Como todo un éxito, que incluso superó las expectativas, fue catalogada la primera “Muestra Gastronómica por la Inclusión”, organizada por el Rotary Club de Angol en conjunto con la Municipalidad y donde la variedad de migrantes existentes en esa comuna, pudieron presentar y vender al público parte de su tradición y cultura culinaria, como también sus costumbres, bailes y otras bondades.
La actividad se llevó a cabo en la plaza de armas “Siete Fundaciones de la comuna de Angol” y contó una docena de stands donde se ofreció la más variada gama de platos típicos de cada pueblo, como por ejemplo plátanos fritos de Colombia, mariscos de Perú, zapallitos rellenos árabes y la gran variedad de pastas y masas de Italia, entre otras. Estuvieron también presentes representantes de Venezuela y Haití, éstos últimos demostrando toda su alegría y jovialidad, representados en una puesta en escena de un baile típico de su país, para deleite de todos los asistentes.
Oscar Iturrieta, presidente del Rotary Club Angol manifestó que “estamos muy contentos y satisfechos con esta actividad. Se ha cumplido el objetivo de inclusión e integración plenamente y además quienes se han instalado con los stands han vendido prácticamente todo. Esta actividad indudablemente hay que replicarla el próximo año pero con mayor envergadura. Estamos muy orgullosos como Rotary de haber realizado esta actividad en conjunto con el municipio”, expresó.
SOCIALIZACIÓN
Aseguró además que “a través de esta muestra no solo se busca vender productos, sino que también lograr una socialización con los migrantes y que éstos muestren su cultura y de qué manera ellos pueden participar de las actividades de nuestra comunidad. No debemos olvidar que los migrantes llegan a nuestra ciudad buscando nuevos horizontes y nosotros debemos, como buenos anfitriones, debemos darle la posibilidad que ellos se integren.
En la oportunidad se generó un grato ambiente, donde la gran mayoría de los presentes, angolinos y migrantes, lograron socializar y compartir agradables momentos, entendiendo que la nacionalidad, el color de piel, el lenguaje o las costumbres distintas no deben ser una barrera para la integración de las personas, al contrario deben presentarse como una oportunidad de ampliar los horizontes y de enriquecer nuestra cultura con toda la riqueza proveniente de diferentes latitudes de nuestro continente y del mundo.
Por Rodrigo Zurita.