Durante el segundo semestre de 2017, muchas de las obras físicas contempladas en el programa de Fortalecimiento de Barrios Comerciales de Sercotec, comenzaron a implementarse en el barrio Estación Temuco: pintura de fachadas, instalación de letreros y marquesinas. Estas mejoras son la expresión de un esfuerzo colectivo, que durante dos años ha movilizado a los locatarios por hermosear su barrio y valorizarlo como una alternativa comercial atractiva para sus clientes.
Pero no solo se está renovando la imagen de este tradicional sector, los locatarios también han sido capacitados y están trabajando asociativamente. Cuando partió este programa, la mayor parte de las personas que forman parte del sector no se conocía, ni menos habían consensuado una visión de su desarrollo futuro.
Bien lo sabe Ítalo Ercoli, de 83 años, uno de los locatarios que más tiempo lleva en el barrio, dueño de la talabartería “La Doñihuana”, quien comenzó su negocio en el año 1948. “Con los vecinos no nos conocíamos todos, ni menos trabajábamos juntos. Luego del programa de Sercotec comenzamos a tener reuniones y eso ha sido muy positivo, porque podemos ayudarnos entre todos y unirnos para que más gente venga a comprar”, comentó.
La misma percepción tiene Leonardo Álvarez, presidente de la agrupación Barrio Estación Huella de Poetas, quien señala: “Antes primaba más la competencia, el estar encerrado cada uno en su espacio y esto ha sido un proceso muy bueno en el aspecto de la asociatividad”.
Este programa promueve la colaboración entre los locatarios y con otros actores para fortalecer sus negocios, pone en valor la identidad del barrio y mejora la calidad de vida de quienes viven y trabajan en él. Se trata de una medida comprometida en la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento del Ministerio de Economía, ejecutada por Sercotec.
PATRIMONIAL
El barrio Estación Temuco se caracteriza por su patrimonio cultural material e inmaterial. Desde sus inicios, ha sido centro del intercambio comercial entre el mundo rural y urbano.
A principios del siglo pasado fue un pujante sector, que recibía a los pasajeros de la Estación de Ferrocarriles. Ítalo Ercoli, recuerda: “En esos años no había locomoción colectiva como hoy día, así que la gente llegaba a comprar a caballo y años después se formó la feria”.
Uno de los edificios que aún se conservan de aquella época es el edificio El Marsano, construido en el año 1926, que inicialmente fue un lujoso hotel. Actualmente, en el perímetro donde se encuentra este edificio, entre las calles Barros Arana, Miraflores y Aníbal Pinto, se mantienen negocios tradicionales, donde se pueden encontrar carnicerías, talabarterías, tiendas de ropa, panaderías, librerías, hospedaje, lanas, zapaterías y restaurantes, que conviven con la contigua feria Pinto.
Para Paola Moncada, directora de Sercotec Araucanía, este programa apostó por la recuperación comercial de barrios tradicionales. “El principal énfasis está puesto en el desarrollo de un proceso de asociatividad. Este ha sido uno de los principales desafíos del programa, dado que desarrollamos nuestra vida bajo una visión bastante individualista, en el que la asociatividad no siempre es un valor presente. Hay que reconstruir no solo el asociarse, sino transitar a una cultura de colaboración, que concluya en la mejora comercial y en la puesta en valor de los atributos del barrio, que invite a los clientes y a los potenciales clientes a preferir las empresas de menor tamaño, no solo por la oferta comercial, sino también colocando en valor lo que representan”.
Hoy, los esfuerzos y actividades apuntan a la capacitación y formación de los locatarios, para potenciar sus negocios. Se contemplan una serie de acciones para continuar mejorando el barrio y el espacio público de este histórico sector de Temuco.