Un llamado a la conciencia de los angolinos realizó el mayor de Carabineros Eduardo Palma, en torno al lanzamiento en año nuevo de los peligrosos “Globos de los Deseos”, frágiles aparatos hechos usualmente de madera y papel y que llevan una pequeña vela en la parte inferior, debido a que pueden generar incendios cuando caen a tierra.
El comisario aseguró que se aplicarán fuertes multas a quienes sean sorprendidos manipulando o lanzando uno de estos aparatos, entendiéndose que pueden generar un grave peligro para la comuna.
“No queremos ver este año en nuestros cielos estos famosos Globos de los Deseos, ya que éstos llevan una vela encendida, la que al caer podría generar un incendio forestal de magnitud o también el incendio en alguna vivienda. Debemos recordar que hemos tenido muy altas temperaturas y se han generado las condiciones propicias para los incendios, por lo que la realización de esta mala práctica podría desencadenar una tragedia”, señaló.
Agregó además que Carabineros fiscalizará este tipo de acciones, cursando infracciones a quienes lancen este tipo de artefactos.
FISCALIZACIÓN
“Nosotros vamos a estar atento a quienes lancen este tipo de artículos ya que en ese momento vamos a tener toda la fiesta del lanzamiento de los fuegos artificiales, los cuales se han programado y preparado bajo estrictas medidas de seguridad y no queremos que una acción como la de lanzar este tipo de globos venga a empañar una fiesta tan importante”, enfatizó el oficial de Carabineros.
Los “Globos de los Deseos” o “Lámparas de Cantoya”, como también se les conoce, se han hecho muy populares debido a su simbolismo y bajo precio, pero también se han clasificado como una de las costumbres más peligrosas en años nuevo, ya que éstas se elevan cientos de metros en el cielo, cayendo posteriormente a kilómetros, sin que nadie supervise si éstas se encuentran encendidas o apagadas, pudiendo causar graves incendios.
Este año, en particular, las intensas y prolongadas lluvias, hicieron que el pasto en los sectores rurales creciera bastante más de lo común, lo que al secarse en los meses estivales se convierten en verdaderos polvorines que a la más mínima fuente de calor se encienden, pudiendo convertirse en un incendio sin control.
Por Rodrigo Zurita.