Escribe: Patricio Ramírez, coordinador Observatorio Económico y Social Universidad de La Frontera.
La reciente entrada en operación de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), marca un importante hito en materia de gobierno corporativo y transparencia del mercado financiero nacional. La CMF que reemplazó a la ex Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) es un organismo colegiado, de carácter técnico compuesto por cinco miembros. La misión de esta nueva institución es “promover el bienestar de la sociedad, contribuyendo al desarrollo del mercado financiero y a preservar la confianza de los participantes”. Entre los objetivos de la CMF se encuentran: disminuir la asimetría de información para la toma de decisiones; elevar los estándares de conducta de mercado; promover una gestión de riesgos efectiva por parte de los fiscalizados; generar las condiciones para una mayor inclusión financiera.
La CMF supervisa a entidades de los mercados de valores y de seguros tales como: bolsas de valores, cajas de compensación de asignación familiar, corredores de bolsa, fondos mutuos, compañías de seguros, corredores de seguros, entre otros. Sin embargo, se espera que en el corto plazo, pase también a supervisar y fiscalizar a las instituciones financieras y bancarias que hoy están bajo el alero de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), esto luego de modificaciones a la actual Ley General de Bancos, lo que permitiría una mejor integración financiera desde el punto de vista de la supervisión.
Entre los beneficios de esta nueva institucionalidad en comparación a la predecesora, se observan algunos aspectos importantes a destacar: será regida por un cuerpo colegiado en vez de una sola persona (superintendente), lo que entrega una positiva señal al mercado de mayor trasparencia, eficiencia y regulación de una industria tan sensible e importante para la estabilidad económica del país como la financiera. La comisión es de carácter técnica lo que entrega mayores garantías de la idoneidad profesional de los encargados de supervisar y velar por la confianza y desarrollo de los mercados. Las funciones de investigar y sancionar ahora se separan, lo que también es una señal pro transparencia de los procesos tanto para las instituciones supervisadas como para el mercado en general.
El desafío de esta nueva institución es grande, trabajar por la transparencia y eficiencia de los mercados financieros y de las instituciones que lo conforman, así como promover e incentivar una cultura de gestión de riesgos adecuada en las instituciones del rubro, a la vez de contribuir a entregar más y mejor información que sirva de base para la toma de decisiones de los distintos actores de la industria financiera, entregando confianza al mercado. Trabajar para la integración de la supervisión financiera al incorporar más adelante a los bancos, buscando unificar el sistema en línea con el enfoque de un buen gobierno corporativo. En definitiva fortalecer el sistema financiero local, tomando las lecciones que el mundo ha aprendido tras las últimas crisis financieras, donde ha quedado de manifiesto que aún existe margen de mejora tanto a nivel de regulación financiera como de gobierno corporativo.