Alejandro tiene 18 años y vive en una comunidad alejada de los centros urbanos, en el sector rural de Maquehue, en Padre Las Casas. No es raro que a su edad esté a punto de egresar de la enseñanza media, el mérito está en que es un paciente electrodependiente, con una distrofia muscular severa, que requiere de maquinaria clínica para poder vivir.
Su madre, Victoria, cuenta que en 2012, luego de la muerte de su esposo, la situación clínica de Alejandro se deterioró aún más. El vivir conectado a una mascarilla para respirar, alejado de los colegios, sin un padre y con las dificultades que son propias de su enfermedad no han sido problema para que este joven estudie y pueda soñar con algún día ser psicólogo.
Victoria confiesa que el convenio que firmó el Ministerio de Energía y las compañías distribuidoras de electricidad, les ha cambiado la vida para bien.
CONVENIO
Volvamos atrás, según lo define la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, un paciente electrodependiente es aquél que se encuentra en una condición de hospitalización domiciliaria y necesita estar conectado a un elemento de uso médico que requiere un suministro eléctrico continuo, sin el cual la persona se encontraría en riesgo vital o con riesgo de secuelas funcionales graves.
El convenio que las Empresas Distribuidoras de Electricidad y el Ministerio de Energía, firmaron en diciembre pasado busca dar seguridad y tranquilidad, respecto del suministro eléctrico que requieren los pacientes electro-dependientes para vivir, siendo un gran avance para las familias de los pacientes.
Es por esto que el secretario regional ministerial de Energía, Erwin Gudenschwager visitó a Alejandro en su casa de Plom Maquehue. Estaba terminando de ver el partido en que Perú perdía contra Francia por 1 a 0.
Su madre, Victoria Lemunquir dice de entrada que su hijo es quién le ha dado las fuerzas y alegría, sobre todo ahora que sabe que ante un corte de suministro cuenta con el generador marca Power Pro, entregado por la empresa Frontel y que tiene una autonomía de hasta 6 horas con 5 litros de gasolina y de 30 kilos brutos de peso.
Erwin Gudenschwager, quien visitó la casa de Alejandro, junto a la empresa Frontel, inspeccionó que este convenio se esté cumpliendo. “Destaco la alegría y ganas que le pone Alejandro y su madre y nos sentimos orgullosos de poder colaborar a mejorar la calidad de vida de ellos y todos los pacientes que requieren de suministro continuo”.
Juan José Velázquez, Jefe de Atención al Cliente de Frontel La Araucanía cuenta que “llevamos como empresa 54 equipos entregados para quiénes lo requieran y nos pone felices poder ayudar a Alejandro y al resto de los pacientes”.
Según datos del Ministerio de Salud, en Chile habría cerca de 20 mil electrodependientes en grado total o parcial. Para inscribirse debe acercase a las oficinas comerciales de su distribuidora (Frontel, CGE o Codiner) o la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (España 460, piso 3, Temuco) llevando el Certificado de Paciente Electrodependiente que debe ser llenado por el médico que certifica la condición y el Formulario de Solicitud de Registro que debe llenarlo el paciente o tutor.