Una traumática experiencia vivió hace algunos días un vecino del sector rural de Los Sauces, luego que un grupo de sujetos llegara hasta su casa, ubicada un apartado lugar ubicado en la zona de la Cordillera de Nahuelbuta, para asaltarlo y golpearlo hasta casi la muerte, viviendo horas de terror donde la atormentada víctima asegura que incluso trataron de quemarlo vivo, rociándolo con abundante combustible y tirándolo en una pesebrera de su casa.
Este dramático episodio le ocurrió a Basilio Seguel Albornoz, conocido cantautor popular que vive en el sector de Pivadenco, hasta donde llegaron cerca de cuatro sujetos para golpearlo hasta casi matarlo y robarle un millón 250 mil pesos en efectivo.
PESADILLA
Según el relato del afectado, el hecho ocurrió cuando en horas de la madrugada llegaron hasta su vivienda un número indeterminado de sujetos, quienes le pidieron ayuda manifestándole que se encontraban con su vehículo detenido por un pinchazo.
“Al escuchar los gritos salí a prestar ayuda, como lo hacemos el común de los campesinos, ya que nunca vamos a pensar en este tipo de maldades. Me consiguieron una gata para cambiar la rueda y yo les dije que me acompañaran a la camioneta a buscar una. Fue en el trayecto cuando de pronto, en medio de la oscuridad, sentí unos golpes, pero no muy fuertes, pero yo pensé que se había tropezado y se estaba afirmando en mí, cuando los golpes siguieron y cada vez más fuertes y ahí me di cuenta que me estaban atacando. Ahí yo comencé a pelear con ellos y esta pelea duró harto rato, hasta que de pronto llegó uno con una especie de frazada, me la tiró encima y ahí me agarraron entre todos, luego me ataron las manos y comenzaron a golpearme. Yo sentí muchos golpes, pero uno que me dieron con una tabla cerca del ojo fue el que me dejó más aturdido”, relató el afectado.
AMENAZA DE QUEMARLO VIVO
Desde ahí, Basilio asegura que comenzaron sus horas de terror. Le comenzaron a exigir la entrega del dinero y él se negó, por lo que lo golpeaban una y otra vez sin piedad, con maderos, puños y otros objetos contundentes.
Asegura que vio a tres, pero sintió un cuarto que llegó posteriormente con unas armas. Fue tanta la violencia de los delincuentes, que en un momento lo llevaron hasta el establo, lo tiraron entre unos fardos y lo rociaron con bencina decididos a quemarlo, hecho que no ocurrió, porque, según asegura la víctima, no encontraron fósforos.
“Después que me di cuenta que estaban decididos a todo y ya me habían pegado hasta que se cansaron, decidí entregarles el dinero, un millón 250 mil pesos que tenía guardados. Lo tomaron, me pidieron las llaves de mi camioneta y huyeron, dejándome ahí maniatado y casi muerto”, relató.
Basilio asegura que durante la golpiza varias veces lo dieron por muerto y resume la violencia de uno de ellos, manifestando que “había uno que se notaba que no tenía nada de aprecio por la vida ajena. De esos que deben haber pocos en el mundo, que le daba lo mismo matarme o quemarme, solo quería la plata”.
Hoy Basilio siente aun temor de que estos tipos vuelvan y aconseja a sus vecinos no ser tan confiados, ya que no quiere que nadie más pase por la traumática experiencia que debió vivir.
Por Rodrigo Zurita.