Una multitudinaria despedida le brindaron amigos y admiradores a Rodrigo Manríquez, miembro del trío humorístico Manpoval, quien fue hallado sin vida el sábado en su domicilio del sector Parque Costanera en Temuco.
En la iglesia Alianza Cristiana y Misionera de calle Dinamarca se le realizó un oficio religioso, donde destacaron las conmovedoras palabras de sus compañeros de Manpoval, quienes profundamente afectados por la temprana partida del artista, le dedicaron sentidas palabras de despedida.
Tanto al salir del recinto religiosos, como al llegar al cementerio Parque del Sendero de la capital regional, el público le brindó un caluroso aplauso a este artista, quien dejó de existir producto de complicaciones derivadas de una epilepsia y quien paradójicamente, al día siguiente de sus funerales, cumplía los 44 años de edad.
Manríquez no solo resaltaba por su participación en este exitoso grupo humorístico, sino también realizaba producciones audiovisuales y musicales, era animador y era propietario del popular pub “El Club del WBO”, en el centro de Temuco, precisamente por donde pasó el cortejo fúnebre, a manera de despedida de este multifacético personaje que se había ganado el cariño y afecto de quienes le conocieron a lo largo de su vida en la capital regional, desde sus inicios en la villa Cautín, ubicada en el sector sur de Temuco.
Las exequias no fueron tristes y apagadas, sino el contrario, tras una caravana de vehículos que se extendió por varias cuadras, los amigos y cercanos a Manríquez entonaron las canciones más alegres del largo repertorio de Manpoval, hasta que lo dejaron en su última morada y donde sus dos compañeros del grupo manifestaron que no se trataba de un adiós, sino de un hasta siempre.
Imágenes: Juan Anabalón