Confines, el moscatel más austral del mundo, tiene este año su segunda cosecha. La particularidad del vino que en el 2018 fue Revelación Descorchados y medalla de plata en el concurso Catador Ancestral, es que proviene de un viñedo en el que trabajan 37 internos del Centro de Estudio y Trabajo (CET) de Angol. Hasta el centro penitenciario llegaron este miércoles el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, y el director ejecutivo del Fosis, Felipe Bettancourt, quienes junto a otras autoridades participaron de la Fiesta de la Vendimia 2019, realizada entre las parras del recinto.
“Es importante darles la oportunidad a las personas privadas de libertad de que puedan reiniciar su vida. Ahora, además, con la participación del Fosis tendrán la posibilidad de emprender. Tenemos el programa +R que pretende darles en el futuro a todos los reclusos del país la posibilidad de cambiar su vida. El programa asegura que las personas que lo tomen vayan a tener un contrato de trabajo al salir”, explicó el ministro Moreno y destacó los resultados extraordinarios y la calidad del vino moscatel que se produce en el lugar.
El programa +R de reinserción laboral para personas privadas de libertad, iniciado hace menos de un mes desde el Gobierno, se inserta en Compromiso País, el plan de políticas sociales que busca dar solución, mediante mesas de trabajo público-privadas, a 16 problemas de las personas más vulnerables de Chile, como las que cumplen alguna condena en centros penitenciarios y no tienen la oportunidad de la reinserción.
“Esto es muy bueno para Chile, cuando les damos oportunidades a las personas, es la mejor arma a largo plazo contra la delincuencia”, agregó el secretario de Estado y llamó a que el sector privado, la sociedad civil y la academia, sigan estableciendo alianzas en el marco de Compromiso País, así como +R se logra con la colaboración de empresas, Gendarmería y el Ministerio de Justicia, entre otras entidades. “Estos son programas profundos, difíciles. No es algo que el Estado pueda llevar adelante solo y en forma suficientemente rápida. Necesitamos que todos nos pongamos a trabajar por los más vulnerables”, indicó.
Durante el recorrido por el viñedo, que se ubica en el patio del CET, las autoridades compartieron con los enólogos, con los internos y pudieron conocer sus historias. Por ejemplo, nueve de ellos, además de trabajar, estudian para completar su enseñanza media o en la universidad, como Luis Farías, quien tiene clases los sábados y espera sacar en 20 meses más su Ingeniería Comercial.
En ese contexto, el director del Fosis, Felipe Bettancourt, realizó otro importante anuncio: “Estamos muy contentos de poder participar de esta vendimia y dar la buena noticia que desde el Fosis vamos a apoyar a este centro con un programa de emprendimiento, con una inversión de más de $15 millones que va a permitir apoyar a 17 internos que tengan ganas de emprender. Sabemos lo importante que son las oportunidades laborales para la reinserción”.
La producción del vino Confines se consiguió gracias a un convenio entre Gendarmería y la Viña Capitán Pastene (Vicap), de Lumaco. A su vez, el nexo con el CET consiste en que 37 de los 40 internos trabajan en labores agrícolas del viñedo, incluyendo realizar poda, fertilización, aplicaciones para prevenir plagas y cosechar las uvas. Para cada uno de estos pasos del proceso vitivinícola, los internos han recibido capacitación por parte de los enólogos de Vicap, lo que les ha permitido desarrollar competencias laborales.