La hepatitis es una inflamación del hígado, causada comúnmente por una infección viral. Existen cinco virus principales de la hepatitis, denominados como tipos A, B, C, D y E. Estos cinco tipos son de gran preocupación debido a las enfermedades y muertes que causan, y a la posibilidad de brotes y potencial de propagación epidémica. En particular, los tipos B y C conducen a la enfermedad crónica en cientos de millones de personas y, en conjunto, son la causa más común de cirrosis hepática y cáncer hepático.
Cabe recordar que el 28 de julio la Organización Mundial de la Salud, (OMS) conmemora el Día Mundial contra las Hepatitis virales, con el objetivo de reducir el 90 % de las infecciones nuevas y el 65 % de las muertes debidas a infecciones por hepatitis en todo el mundo para el año 2030. La Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE), a través de su filial Asociación Chilena de Hepatología (ACHHEP), informó que trabajan de la mano del Ministerio de Salud para actualizar las guías clínicas, poniendo especial énfasis en las técnicas y el momento de la detección y tamizaje de esta enfermedad.
En opinión de la Dra. Leyla Nazal, presidenta de la ACHHEP: “Las hepatitis virales siguen siendo un problema relevante en Chile y el mundo, especialmente tras el brote del tipo A en el año 2017, que motivó su inclusión en el calendario de inmunización a niños menores de 18 meses. La Hepatitis C desde el advenimiento de las nuevas drogas, ha tenido un vuelco en su futuro y en Chile los pacientes con prioridad han tenido acceso a tratamiento acogiéndose al AUGE/GES, con resultados excelentes de recuperación. De acuerdo a datos preliminares del Ministerio de Salud, en el año 2018 se han logrado tasas de respuesta mayores a 98%, abriendo la oportunidad real de erradicar la Hepatitis C en Chile”.
En cuanto a la Hepatitis A, se registró un brote reciente que afectó predominantemente a población joven entre 24 a 39 años, principalmente hombres. Nazal comenta que este tipo de enfermedad se transmite principalmente a través de la vía fecal-oral, destacando también aumento de transmision vía sexual con respecto a años previos.
En cambio, la Hepatitis B se transmite por vía endovenosa, por vía vertical a través del parto, y por vía sexual. Al igual que la Hepatitis A, cuenta con una vacuna incluida en el calendario de inmunización universal para los niños. Es una enfermedad que en su fase crónica requiere tratamiento antiviral, el cual está disponible en el país a través del AUGE/GES y logra controlar la enfermedad en la mayoría de los pacientes.
Existe consenso entre los especialistas del mundo acerca de que la Hepatitis C es la única enfermedad viral tratable y curable. El llamado screening o detección de la enfermedad es el foco de las estrategias médicas y en Chile, la recomendación es que toda persona mayor de 45 años se realice el test de Hepatitis C para acceder a un tratamiento temprano. “Paciente no detectado es un paciente no tratado. En mi opinión, sigue siendo imprescindible reforzar la educación en cuanto a medidas de autocuidado como es evitar comer alimentos crudos, procurar el uso de preservativo, evitar compartir afeitadoras, cepillos de dientes y corta uñas”, añade la hepatóloga.
Hoy en día se aplican tratamientos ya probados en países como Estados Unidos, así como de Asia y Europa, con altas tasas de detección. Un diagnóstico temprano sin duda puede cambiar la historia de estos pacientes, que antes llegaba a desarrollar cirrosis, siendo ésta una de las principales causas de trasplante hepático, y lo que es peor, también tumores hepáticos conocidos como hepatocarcinomas.
“Las nuevas guías clínicas abordan mejores mecanismos de detección y tamizaje, realzando la de un tratamiento y detección más temprano en Chile. Nuestra canasta GES incluye tratamientos de estándar internacional que corresponden mejor a nuestro genotipo y que lograron elevar la efectividad de los resultados, de un 30 y 40% a un 90%”, declaró la Dra. Katerine González, miembro del directorio de la ACHHEP, al referirse a los avances alcanzados junto al Ministerio de Salud en el tratamiento de la Hepatitis C.
La Dra. González además destaca los resultados optimizados en cuanto a efectos secundarios, ya que los tratamientos previos generaban fiebre, anemia e incluso cuadros depresivos severos, y luego de los cambios de los últimos años, el tratamiento actual es casi imperceptible para el paciente y su mejoría se observa en promedio a los 3 meses de tratamiento. La especialista señala que “los pacientes no sienten que están tomando un medicamento prácticamente. La efectividad del 90% es gigantesca y los pacientes lo notan de inmediato, se sienten muy bien y recuperan sus niveles de energía para retomar sus actividades”.
La Hepatitis C es una enfermedad muy silenciosa que puede no expresarse durante muchos años. Las personas nacidas entre 1945 y 1965 son el segmento de mayor riesgo y tienen la indicación de realizarse el examen de anticuerpo para virus hepatitis C. Una vez confirmado el diagnóstico, ingresa inmediatamente al AUGE/GES.
Por Sergio Peña Herrera