El Dr. Pablo Cortés, presidente de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE) comenta que según datos de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer -Globocan- de la OMS, la prevalencia del cáncer gástrico en nuestro país es de 7.500 personas en 5 años y la incidencia de 15,7 por cada 100.000 habitantes, con claras diferencias por sexo, 27 por 100 mil en hombres y 10 por 100 mil en mujeres. En número de personas, cada año se diagnostican más de 5.000 chilenos con cáncer gástrico, aumentando su frecuencia a partir de los 50 años en hombres y 60 en mujeres.
Es por esto que en la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE) se analizó la realidad y las oportunidades en torno a la sobrevida de los cánceres digestivos.
Respecto de la sobrevida de los enfermos, el Dr. Cortés explica: “La mortalidad por cáncer gástrico es alta , 9,4 por 100 mil habitantes, es decir 18, 4 x 100 mil en hombres y 10,4 x 100 mil en mujeres. Esto significa que es un cáncer con alta letalidad y cada año fallecen más de 3000 chilenos por esta causa, con una sobrevida a 5 años menor al 10% de los pacientes. El mejor tratamiento es la resección del tumor en una etapa inicial, ya sea por vía endoscópica o por cirugía, con buenos resultados de sobrevida a 5 años. Si el tumor se encuentra en etapas más avanzadas, con compromiso extragástrico de ganglios u otros órganos, se agregan otras terapias como la quimioradioterapia, aunque su efectividad es limitada”
Con respecto a la necesidad de avanzar en la prevención primaria, el Dr. Cortés explica: “A diferencia de otros cánceres, el cáncer gástrico tiene un factor predisponente claramente establecido, asociado a la infección por Helicobacter pylori, la que es altamente prevalente en Chile. Aunque la gran mayoría de las personas con esta infección no desarrollará cáncer gástrico, está demostrado que las personas que no tienen la infección es muy improbable que lo desarrollen. En países donde ha disminuido la tasa de infección en la población general, ha bajado la frecuencia de cáncer gástrico”.
Considerando que en otros países se han implementado estrategias de tamizaje poblacional, efectivas en encontrar el cáncer gástrico en etapa inicial, pero de alto costo por el alto volumen de procedimientos serológicos, radiológicos, endoscópicos e histológicos a realizar, Cortés dice: “En nuestra población esta estrategia es planteable en los grupos de mayor riesgo, pero un desafío importante es utilizar cada endoscopía que se hace en cualquier persona. Además de buscar un diagnóstico para los síntomas del paciente, es importante ocupar esta endoscopía para categorizar el riesgo futuro de cáncer gástrico mediante la detección de las lesiones que aparecen años antes del desarrollo del tumor y así definir un programa de seguimiento de estos pacientes”.
HIGADO
Por su parte, en el cáncer de hígado o hepatocarcinoma, la Dra. Leyla Nazal, presidente de la Asociación Chilena de Hepatología (ACHHEP), filial de la SChGE, señala: “Este tipo de cáncer se da frecuentemente en pacientes con cirrosis. Es muy importante hacer seguimiento de pacientes cirróticos cada 6 meses con ecografía , ya que se ha demostrado que aumenta la tasa de detección de cánceres de hígado en etapas iniciales, con la posibilidad de ser curados con cirugía, terapia local, o eventualmente trasplante. De hecho, a este perfil de pacientes a los que se hace seguimiento, logran en más de un 50% sobrevivir más de 3 años, comparado con quienes no. Las estadísticas dicen que en pacientes con hepatocarcinoma localizado, tienen sobrevidas aproximada del 30% a 5 años, pero quienes tienen cáncer avanzado con metástasis, menos del 2% a 5 años. Los trasplantados, por su parte, tienen una sobrevida del 70% en 5 años, pero solo es compatible con casos de detección temprana”.
El Dr. Carlos Bresky, representante de Gastronorte, filial regional de SChGE, comentó: “A pesar de que no tenemos un centro de control de los cánceres para tener la casuística clara de la prevalencia del número de casos, sí se observa un claro incremento de pacientes con hepatocarcinoma dentro del del universo de pacientes con cirrosis hepática. Las causas más frecuentes se asocian al alcoholismo y al hígado graso, esta última de gran prevalencia por convertirnos en un país extremadamente obeso, sedentario y con malas conductas alimentarias. Lo importante es que, si sabemos que toda la población con cirrosis hepática está en mayor riesgo que el resto de las personas de tener un cáncer de hígado, deberíamos en todos ellos hacer un sistema preventivo de diagnóstico temprano y así ofrecer opciones curativas oportunas y efectivas, que incluyen la ablación de tumores, la radiofrecuencia e incluso la cirugía en pacientes con menos de tres nódulos y ningún de más de 5 milímetros”.
COLON
En cuanto al cáncer de colon, el Dr. Francisco López, coloproctólogo y miembro de la SChGE, explica que en un estudio científico datado en 2012, se informó que la mortalidad por cáncer colorrectal aumentó más de un 110%, en los últimos 20 años, siendo un cáncer muy frecuente en los países desarrollados.
Teniendo eso en cuenta, López comentó: “El problema es que el modelo implica que alrededor de los 60 a 70 años se desarrollan síntomas por lo cuales se identifica este cáncer y se trata frecuentemente con cirugía, mientras que una detección temprana podría ser resuelta mediante una endoscopía. En Chile lamentablemente los pacientes llegan a un diagnóstico más tardío, en etapas 3 y 4, cuando el tumor ya salió de la paredes del intestino del colon y llega a los ganglios o a otros órganos, significando un alto costo y una sobrevida no mayor al 50 o 60%”.
Como uno de los gestores del Programa de Prevención de Neoplasia Colorectal (PRENEC), el Dr. López comenta que se logró aplicar un tamizaje en 7 hospitales públicos del país, desde el año 2010 y evaluando a un total de 30 mil personas y se diagnosticaron a 250 pacientes. “Lo interesante es que el tratamiento de su cáncer no fue la quimioterapia, ni la radioterapia, ni la cirugía; el 70% de las personas tuvo como tratamiento la endoscopía, detectando tumores tan localizados de 3 a 5 milímetros, que se extirparon con la colonoscopía. Un diagnóstico precoz en cáncer colorrectal genera curación”.
PANCREAS
Sobre el cáncer de páncreas, el Dr. Alberto Espino, presidente del Club de Páncreas de la SChGE, señala que la incidencia y mortalidad mundial del cáncer de páncreas se correlacionan con el aumento de la edad y es ligeramente más común en hombres que en mujeres.
A juicio de dicho especialista: “Se estima que el cáncer de páncreas aumentará de ser la cuarta a la segunda causa más común de muerte por cáncer en los Estados Unidos para el año 2030. En Chile, según la Globocan, ambas estarían en aumento. En el año 2018 la incidencia ubicó al cáncer de páncreas como el noveno cáncer más frecuente en el ranking mundial y el séptimo de mayor mortalidad”.
El Dr. Espino señala que el cáncer de páncreas, principalmente el adenocarcinoma pancreático, es uno de los más letales en todo el mundo, el cual a pesar de los avances en su detección y manejo, no ha presentado un incremento sustancial en la sobrevida a corto o largo plazo en los últimos 40 años. La tasa de sobrevida promedio a cinco años es menor a 5%, con 25% de sobrevida a 5 años en pacientes diagnosticados con enfermedad localizada o estadio I (solo 9% de la población total de pacientes). Lamentablemente la gran mayoría de los pacientes se presentan con estadios avanzados y/o con enfermedad metastásica, con una pobre sobrevidad global. La edad de presentación promedio de este cáncer muestra un ascenso lineal de su incidencia a partir de los 50 años y siendo inhabitual antes de los 45 años.
Considerando el envejecimiento poblacional en Chile, el primer gran desafío es garantizar a toda la población con equidad, un diagnóstico oportuno y mejorar las coberturas de tratamiento tanto en cirugía, quimioterapia, radioterapia, endoscopía terapéutica y cuidados paliativos.
PREVENCIÓN
A modo de balance, son escasos los centros de alta complejidad que pueden manejar integralmente todos los cánceres digestivos a lo largo de Chile, por lo que es importante fortalecer los recursos para éstos y la formación de equipos profesionales especializados, tales como gastroenterólogos, cirujanos digestivos, endoscopistas terapéuticos, oncólogos, radioterapeutas y especialistas en cuidados paliativos.
Del mismo modo, investigaciones hechas por la SChGE identifican como un gran desafío en la tarea de educar a la población chilena con respecto a los factores de riesgo, promoviendo estilos de vida saludable y prevención de factores de riesgo modificables, especialmente el tabaquismo, la obesidad, el alcoholismo, el sedentarismo y diabetes mellitus, entre otros.