Un nuevo comedor, biblioteca, cuatro salas de clases, circuito eléctrico, calefacción, pasillo y cocina, son algunos de los cambios implementados en la escuela San Juan de Aillinco en Galvarino, región de La Araucanía, que el 12 de abril sufrió un grave incendio que afectó a sus 102 estudiantes y 17 docentes. Frente a la catástrofe, Desafío Levantemos Chile comenzó las gestiones para conseguir el financiamiento que permitiera la reconstrucción de este establecimiento que este viernes 11 de octubre fue inaugurado oficialmente.
Uno de los principales beneficios de la entrega de la escuela San Juan de Aillinco, es que los niños podrán salir del hacinamiento en el que se encuentran actualmente en las tres salas que se salvaron del accidente. Además, ahora los profesores tendrán mejores condiciones y un entorno óptimo para mejorar el aprendizaje en los niños.
“Lo más importante de todo este proceso es volver a ver la alegría en los ojos de las personas de esta comunidad que está muy agradecida después de sentir que no había ninguna esperanza para ellos”, afirmó la líder de Educación de Desafío Levantemos Chile, Marcela Gutiérrez.
Gracias a los espacios y materiales de rápida ejecución, donados por la empresa Tecno Truss, la estructura se levantó en un día, y ya en un mes la construcción estaba completamente lista para entregar estos espacios a los alumnos que asisten al lugar desde jardín infantil a octavo año básico. “Tomamos la decisión de participar en la reconstrucción para contribuir con los niños de esta comunidad de escasos recursos, inserta en una región que ostenta el nivel de pobreza más alto del país. Optamos por nuestro sistema de paneles estructurales aislados (SIP), estructuras prefabricadas de cubierta, ventanas termopanel y revestimientos de terminación WI Panel; todo de un alto estándar de calidad, en el contexto de una novedosa arquitectura, con énfasis en el confort y bienestar de los estudiantes”, explicó Rodrigo Pinto, gerente general de Tecno Truss.
Si bien la restauración se efectuó tras el incendio, la escuela con más de 50 años ya presentaba daños estructurales que hacían urgente la reposición de un nuevo colegio, ubicándola previamente dentro del plan de acción de la fundación como parte de la mesa “Compromiso País” formada a fines de 2018. En esa ocasión, Desafío Levantemos Chile tomó la decisión de abarcar desde el área de educación el mejoramiento y reconstrucción de las escuelas de Galvarino, comuna que actualmente concentra la mayor vulnerabilidad en cuanto a infraestructura, calidad de aprendizaje, conectividad y acceso a agua potable.
“Nuestro compromiso con La Araucanía es hoy más fuerte y sólido que nunca. Hemos recorrido esta maravillosa región por dos años levantando junto a las comunidades proyectos pilotos en las comunas más vulnerables y nos damos cuenta que es indispensable comenzar por mejorar la calidad de las escuelas y el modelo educativo. A su vez, estamos impulsando fuertemente el emprendimiento local de la mano de las cooperativas y sus líderes para dar oportunidades a quienes más lo necesitan”, explicó Nicolás Birrell, director ejecutivo de Desafío Levantemos Chile.
“Los cambios son demasiados. La vieja escuela goteaba en el invierno y hacía muchísimo frío; después en primavera era insoportable estar en esas salas porque no existía ningún aislante. La nueva infraestructura no sólo es sólida, sino que también tiene todas las comodidades que permitirán a todos estar más contentos, dándole mucha dignidad a nuestros niños y profesores que se merecen estar en un ambiente cálido donde los aprendizajes sean significativos”, explicó el director de la escuela, Marcelo Rosales.