El cuerpo de una joven mujer aparece en un terreno baldío en la periferia de la ciudad; a primera vista se evidencia la participación de terceros, pero su estado impide reconocer la identidad de la víctima; tiempo después, se confirma que es Micaela Zúñiga, una mujer de 35 años reportada como desaparecida un mes antes de su hallazgo.
Esta es la trama que genera el desarrollo de “El grito: retazos de una memoria frágil”, primer montaje de la Compañía de Teatro La Rosa, de Loncoche.
A simple vista, un caso más dentro de la historia policial reciente de nuestro país, pero que en este montaje nos permite interiorizarnos respecto a la identidad profunda de Micaela, conocer sus sueños, sus miedos, su estado de crisis personal frente a una infancia herida y un presente invadido por decisiones y presiones ajenas que la sumergen en un vacío existencial llevándola a un punto donde considera su propia muerte como una acción política que reivindique su libertad.
En una época de inmediatez, individualismo, exitismo y felicidad instantánea, este montaje financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio Convocatoria 2019, deja en evidencia las consecuencias negativas que atormentan a las mujeres cuando deciden cortar con relaciones abusivas y tomar la dirección de sus propias vidas: el castigo social y económico, la maternidad culposa, el abandono de sus redes familiares, entre otras.
Con las actuaciones de Nicol Ríos Medina y Rocío Salazar Araya, esta última también encargada de la dramaturgia y dirección, este montaje aborda la violencia de género a través de la experiencia introspectiva de Micaela, quien va descubriendo pasajes de su historia personal intentando superar su propia crisis existencial y dar explicación a su incesante deseo de libertad.
Mediante una íntima puesta en escena que considera como componente importante el elemento audiovisual, la obra pretende dar cuenta de las violencias que viven día a día las mujeres y que se han normalizado en nuestra sociedad, siendo su máxima expresión el femicidio.
El montaje cuenta además, con la participación especial de Nicolás Pineda Cid, Fabián Astete Astete y el apoyo técnico, musical, audiovisual y escenográfico de Gabriel Salazar Araya y Filemón González Castillo. Así también, lo respaldan la Unidad de Vinculación con el Medio de la Universidad de La Frontera de Temuco y el Centro Cultural Estación de Loncoche.
COMUNAS
“El grito: retazos de una memoria frágil”, tendrá funciones durante el mes de octubre en: Centro Cultural de Traiguén, lunes 21 a las 15.00 y 20.00 horas; Sala Los Avellanos de la Universidad de La Frontera de Temuco, miércoles 23 a las 11.00 horas (función especial para estudiantes de Enseñanza Media); viernes 25, Centro Cultural Estación de Loncoche a las 11.00 y 20.00 horas (estreno oficial); lunes 28 en el Centro Cultural de Victoria a las 15.00 y 20.00 horas y el martes 29 a las 15.00 y 20.00 horas en el Teatro Municipal de Angol.