Escribe: Pía Bersezio Norambuena, seremi de Gobierno.
Son quienes por muchos años han realizado una gran labor, y han contribuido en diversos ámbitos a nuestro país, me refiero a las iglesias evangélicas que este 31 de octubre celebran su día. En Chile son muchos quienes son parte de diversas congregaciones evangélicas y participan activamente de sus actividades especialmente para servir al prójimo.
Y es que el “Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes de Chile”, reconoce a las diversas agrupaciones del país, y destaco la esencia que tienen como iglesia para llevar a cabo el trabajo social, su empatía por aquellos que sufren y tienen necesidades, y no sólo del punto de vista material sino también espiritual.
Hoy, las iglesias evangélicas cobran mayor significado y es que durante estos días de revuelo que ha estado viviendo nuestro país, son ellos quienes se han reunido en diversos puntos para orar y pedir paz y sabiduría para poder llegar a buen término.
Por eso y mucho más, creo firmemente que la iglesia evangélica chilena merece este día, en reconocimiento a su tarea y para agradecer el aporte que han realizado en forma permanente y sostenida a nuestra historia, a la conformación de una patria más fraterna, solidaria y humana.
Este día especial nos invita seguir su ejemplo, amar y sentir empatía hacia quien está desvalido, y especialmente nosotros como autoridades a trabajar con fe, y compromiso, teniendo a Chile en el corazón, tal cual lo practica la iglesia evangélica.
Que este 31 de octubre sea una jornada de reflexión donde pedimos a las iglesias evangélicas de todos los rincones del país, tener a Chile y sus habitantes en sus oraciones para poder traer calma y armonía que por estos días no ha hecho tanta falta.