El Mapa Nutricional 2019 de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), elaborado en base a la Encuesta de Vulnerabilidad de Junaeb, evidenció una estabilización de los índices de malnutrición por exceso en los alumnos de prekínder a primero medio, alcanzando una prevalencia promedio de 52,1%. El escenario cambia al hablar de obesidad severa, ya que ésta aumentó en 0,3 puntos porcentuales (pp), en promedio, en comparación con el estudio realizado en 2018.
A nivel país, la obesidad total tuvo sus mínimos en las regiones de Arica y Parinacota (22,8%), Metropolitana (21,7%) y Antofagasta (20,7%). En cambio, prevaleció con sus máximos valores en las regiones de Magallanes (27,1%), Aysén (26,6%) y Los Lagos (25,9%).
Las regiones de la zona centro-sur demostraron un alza sostenida de la obesidad total durante los últimos diez años, superando el promedio nacional que es 47,8%. La región de O’Higgins presentó una prevalencia de 51,4%, mientras que la del Maule (59,7%), Región de Ñuble (67,2%), Región de Bíobio (57,0%) y Región de La Araucanía (69,3%).
Las cifras también muestran diferencias entre géneros. Los niños tuvieron una mayor prevalencia de obesidad que las niñas; ellas presentaron más tendencia al sobrepeso. En la elaboración del Mapa participaron 1.001.584 escolares pertenecientes a 8.961 establecimientos educacionales, medición que se rige por estándares de evaluación nutricional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los datos recopilados también exponen que el 24% de los niños de prekínder presentaron obesidad total, lo que incluye un incremento de un 0,4% respecto del año anterior con relación a la obesidad severa. En kínder y primero básico, la prevalencia de obesidad total fue de un 24,8%, mientras que los escolares de quinto básico presentaron un 27,9%. En primero medio, la situación varía, pues el 15,6% presenta obesidad total. A pesar de ser un porcentaje más bajo que el de cursos inferiores, la medición significó un aumento de un 0,9% con relación a lo detectado en adolescentes del mismo nivel el año 2018.
“Las cifras muestran una estabilización de esta condición a nivel nacional, que se incrementa levemente por la mayor cantidad de estudiantes con obesidad severa, que exceden muy por sobre la norma sus índices de masa corporal y tienen un riesgo muchísimo más elevado de sufrir enfermedades metabólicas como diabetes e hipertensión”, explicó el director nacional de la Junaeb, Jaime Tohá.
Sobre las soluciones que se pondrán en marcha desde Junaeb, agregó Tohá, destaca un programa piloto que busca abordar integralmente a estudiantes en condición de obesidad matriculados en establecimientos educacionales municipales y particulares subvencionados de las regiones de Coquimbo, Maule, Biobío y Aysén, a través de atención médica, exámenes de laboratorio, y control y seguimiento nutricional.
el ministro de Desarrollo Social y Familia, Sebastián Sichel, comentó que “lo que tenemos que hacer es seguir avanzando en esta estrategia que tenía un brazo grande que era regulatorio, que fue la ley de etiquetado y todo lo que hicimos finalmente para regular y poner en conocimiento información nutricional sobre los alimentos y uno más fuerte promocional, pero hoy día con foco, exactamente con los datos que nos da la Junaeb en aquellos colegios y niños donde más fuerte afecta a esta epidemia”.
Sichel explicó que “estamos trabajando en medidas súper concretas, que tienen que ver con fomentar la actividad promocional, es decir que lleguemos a poner en conocimiento de las personas el problema que significa la obesidad y cómo puede afectar la salud. Una persona con obesidad vive en promedio 10 años menos que una persona sin obesidad, y por lo tanto, cómo puede afectar finalmente no sólo su calidad de vida, sino sus expectativas de vida”.