Durante la semana pasada, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos declaró los productos de la industria de la madera como una “fuerza de trabajo esencial” en respuesta a los estragos que el Coronavirus genera en el mundo actualmente. En la carta se consideraban aquellos trabajadores que apoyan en la distribución de productos de bosques, incluyendo el papel y otros bienes provenientes de la madera, como la celulosa.
Esta iniciativa despertó un interés en diversos países, que con el correr de las horas fueron implementando medidas similares dentro de sus protocolos. Así, este lunes fue el turno de Italia, que dio un plazo de 72 horas para que todas aquellas empresas consideradas “no esenciales” cierren sus fábricas, con el argumento de que su funcionamiento podría afectar negativamente en la alteración de la curva de infectados por COVID-19. Por su parte, unas 80 áreas, entre ellas la industria papelera, podrán permanecer abiertas en el país mediterráneo, teniendo un 65% de la industria italiana paralizada.
A partir de la celulosa se fabrican productos tan variados como las mascarillas tan necesarias para ayudar a prevenir contagios, como también todos los productos tissue para higiene y cuidado personal como el papel higiénico, pañuelos desechables, toallas absorbentes, toallas femeninas y pañales. Además, los papeles y cartulinas –que también cuentan como materia prima a la celulosa- se usan para confeccionar las cajas de los medicamentos o los envases de alimentos tan básicos como los saquitos para el arroz y la harina.
En Canadá, la Asociación de Productos Forestales (FPAC) hizo un llamado al primer ministro Justin Trudeau a que reconocieran a su sector como “esencial y crítico” durante la pandemia del Coronavirus. En la carta enviada, el gremio asegura que se hace imperativo que el sector forestal canadiense sea reconocido como infraestructura esencial y crítica, permitiendo así que se sigan creando aquellos productos de primera necesidad, desde materiales de construcción hasta biomasa.
Frente a esto, en la provincia de Ontario de Canadá ya se anunció la lista de servicios esenciales permitidos para mantenerse abiertos, dentro de la cual figuran aquellas empresas que aseguran la continuidad global de productos forestales como la celulosa, papel y madera.
En Latinoamérica, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina dictó una resolución para asegurar que baje la afluencia de personas en el transporte público y lugares de trabajo sin afectar la producción y abastecimiento de bienes y servicios necesarios. Así, la industria de alimentación, su cadena productiva e insumos de higiene personal y limpieza se mantendrá en funcionamiento y será catalogada como esencial.
En Chile, por su parte, el Gobierno traspasó un instructivo con el fin de informar respecto a formas y supuestos en los cuales se otorgarán salvoconductos, buscando asegurar los servicios esenciales, el abastecimiento y la distribución de bienes y servicios de primera necesidad.
En el documento, se detalla que aquellas empresas de agro alimentos, productores silvícolas y agrícolas, y productores de celulosa y productos de papel, cartón y derivados, podrán mantenerse en funcionamiento y contarán con los permisos necesarios para que sus labores no se vean interrumpidas en momentos donde la pandemia del Coronavirus ataca los principales mercados mundiales.