La amenaza del Covid-19 ha repercutido en todas las iniciativas relacionadas con el turismo. No hay nadie que se haya salvado, pequeños, medianos y grandes se han visto afectados en sus planificaciones y sus metas anuales.
Aunque todavía falta mucho para el fin de la pandemia, además de la llegada de la primavera y el Eclipse 2020, muchos empresarios del rubro fluvial alojan esperanzas de un retorno para los servicios de turismo.
Mientras tanto, en el caso de la Ruta Carahue Navegable, muchos de sus emprendedores han estado volcados en aprovechar esta racha para preparar y mejorar sus iniciativas, además de estar trabajando en un protocolo sanitario para cada emprendimiento.
También el tópico de la infraestructura ribereña es un tema que se ha mantenido en la agenda de labores de la ruta, como es el caso de los muelles flotantes, estructuras que han sido fundamentales para potenciar turísticamente la zona.
HISTORIA DE LOS MUELLES FLOTANTES DE LA RUTA
Cuando nació el proyecto de la “Ruta Carahue Navegable” se la visualizó como una alternativa para apoyar el desarrollo local. De tal manera que junto con hacer hincapié en la capacitación de los emprendedores de productos y servicios, y crear una imagen de marca de la Ruta; se pensó también en dotar a esta ruta con muelles, dada la capacidad de navegación del río Imperial, lo que generó un desafío no menor, ya que este tipo de estructuras tiene un costo elevado. De tal manera que los emprendedores, la Municipalidad de Carahue, el Departamento de Acción Social (DAS) del Obispado de Temuco y la empresa Cmpc, tuvieron la tarea de buscar y designar a un responsable de estas obras.
Por fortuna, a nivel local, un ex marino dedicado al tema constructivo y turístico tomó la tarea de diseñar y ejecutar la obra del primer muelle flotante de la Ruta, que se lanzó al agua el año 2013, en el emprendimiento denominado Casona Daysú. Y es así que tras el primer muelle, Mauricio San Martín Henríquez, carahuino, continuó haciendo y dotando a la Ruta Carahue Navegable de otros nueve muelles. En total la ruta cuenta con diez muelles flotantes, que están emplazados en el río Imperial, río Monkul y el humedal de Monkul.
Antes de lanzarse en la construcción de su primer muelle, Mauricio San Martín, estudió y viajó a distintos lugares del país, para conocer in situ los materiales y características de estas estructuras de conectividad. “No inventé la pólvora, tomé un modelo como ejemplo, lo desarmé y armé un nuevo diseño para ajustarlo a las características de un río. Además de trabajar con materiales y técnicas que permitan una durabilidad y fácil mantención, que permitiera una buena flotabilidad y que fueran desmontables por personas, sin tener que contar con maquinaria para sacarlo del río”.
“Los muelles son metálicos y galvanizados en caliente. Actualmente, el sistema de flotadores lo hemos reemplazado por los usados en las empresas acuícolas. Ofrecemos un buen servicio de postventa y además ajustamos los muelles al terreno y necesidades de cada emprendimiento. Estoy contento debido a que construir muelles ha sido un gran desafío; también estoy contento, porque tengo un buen equipo humano de trabajo. Somos una empresa local que puede perfectamente tomar este tipo de proyectos”, acota Mauricio San Martín.
Hoy, Mauricio San Martín está trabajando en la construcción de seis muelles flotantes para la Ruta Toltén Navegable, impulsada también por el DAS, la Municipalidad de Toltén y Cmpc, iniciativa que ya proporcionó a la ruta un muelle flotante, emplazado en el sector Bodegón Municipal.
El jefe de Asuntos Públicos Sur de Cmpc Bosques, Juan Carlos Navia, destacó la importancia del turismo para las economías locales. “Para la viabilidad de toda iniciativa, la convicción y el empuje de todos los actores es primordial, pero junto a eso, iniciativas como las de turismo de experiencias y rural requieren también de apoyo en capacitaciones e infraestructura. La gracia de los muelles es que le dan movimiento al río y cada muelle le da vida a un emprendedor; y comunicados entre sí forman una ruta fluvial. Los muelles unen a las personas y les dan un propósito para que trabajen unidos”.
Las rutas navegables de Carahue y de Toltén nacidas para apoyar el desarrollo local, buscan además dar visibilidad a la cultura, historia patrimonial, y a la rica flora y fauna presente en los humedales costeros de la Región de La Araucanía. En el caso de la Ruta Toltén Navegable, todos los muelles que se están construyendo son inclusivos o de accesibilidad universal.