Hace 24 años, en Collipulli desapareció una pequeña de cuatro años de edad y esa situación se transformó en un misterio no aclarado hasta hoy.
El viernes 5 de enero de 1996, desde la puerta de su hogar pareció esfumarse Mixi del Carmen Fernández Muñoz, quien ese día jugueteaba en el frontis del domicilio en donde vivía con su abuela paterna y otros familiares, en la aquel entonces polvorienta calle Cerro número 2, en la población Miguel Zerené.
Pasaron las horas, los días, los meses y también los años y de la pequeña Mixi nunca más se supo.
En la oportunidad, sus familiares y también algunos vecinos declararon la presencia sospechosa de una camioneta de color gris en las inmediaciones del hogar, en cuyo interior, se dijo aquella vez, había una pareja que observaba por largo rato cómo jugaba la pequeña.
Los familiares, con inmenso dolor, continuaron creyendo por mucho tiempo en la hipótesis del rapto, ya que desde el mismo momento de la desaparición de la niña, nunca se encontró rastro alguno ni de ella ni del vehículo que tanto se comentaba.
Mixi vivía con su abuela paterna y otros hermanos, debido a que su madre había fallecido al poco tiempo después de su nacimiento y a que su padre trabajaba en la capital, sin tener los medios para hacerse cargo de sus hijos.
Las expresiones que en aquella ocasión formularon los familiares de la pequeña a la radio local Viaducto FM, daban cuenta que ellos nunca habían tenido problemas con vecinos. Es más, indicaron en la oportunidad que muchos niños del vecindario llegaban a jugar a la casa con Mixi, pues la niña era conocida y querida por todos.
REVISARON VECINDARIO
En las horas posteriores a la desaparición de la niña, tanto bomberos, policías y vecinos del sector, desarrollaron una intensa búsqueda.
Se hizo una verdadera operación rastrillo pero desgraciadamente nada se logró.
¿Qué pasó con la pequeña Mixi? ¿Cuál fue su destino? Fueron algunas de las interrogantes que se han mantenido hasta hoy.
En esos años, el tribunal de Collipulli emitió una orden amplia de investigar y fue así como Carabineros y la Policía de Investigaciones de Angol iniciaron intensas diligencias para esclarecer la desaparición de la pequeña Mixi.
Con los años, la abuela paterna que la criaba falleció, lo mismo que su padre y esa modesta vivienda donde ocurrieron los hechos, con el paso inexorable del tiempo también desapareció.
Por Mario Grandón.