Pedro Bustos, director nacional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia) y Álvaro Eyzaguirre, director ejecutivo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) visitaron el Centro Regional Inia Carillanca.
En la oportunidad recorrieron los huertos de almendros que forman parte de un programa de validación técnica económica para el establecimiento de variedades de almendro en alta densidad en la región, específicamente en la comuna de Vilcún, constituyéndose así en el huerto productivo más extenso del sur de Chile, iniciativa que es liderada por el agrónomo Carlos Fuentes.
Este proyecto permitirá poner a disposición de los productores un modelo de validación técnico económico de especies frutícolas promisorias, desarrollado a escala comercial y cuyos resultados puedan ser difundidos y transferidos, con el fin de promover nuevas alternativas a la matriz productiva de La Araucanía.
“Debido a una serie de alteraciones climáticas que enfrenta Chile, principalmente en los factores temperatura y disponibilidad de agua, se ha provocado un desplazamiento de la fruticultura tradicional hacia el sur del país. De esta manera, los cambios del clima, particularmente en aquellas zonas con posibilidades de riego, abren la oportunidad de incorporar nuevas alternativas productivas, reconvirtiendo sistemas tradicionales a sistemas más intensivos con mejores retornos de valor por unidad de superficie. Dichas migraciones tecnológicas, deben sustentarse en estudios de adaptación a nuevas condiciones edafoclimáticas y modelos de validación técnico – económico. Un aspecto que Inia asumió al considerar este nuevo cultivo en La Araucanía, y evaluar su adaptación productiva a la zona precordillerana de Vilcún y también una evaluación varietal en la costa de La Araucanía, específicamente en Inia Tranapuente”, comentó Pedro Bustos.
Los huertos más intensivos, que es la tendencia actual en el cultivo, se localizan principalmente en países como Estados Unidos, Australia y España, quienes lideran este cambio de concepto en el almendro, pasando de un cultivo rústico a uno más intensivo, incrementando así su productividad y rentabilidad. La almendra es el fruto obtenido, del cual se extraen aceites esenciales, que se usa en repostería y se consume directamente debido a sus características nutricionales, transformándose en un alimento funcional.
El proyecto fue impulsado por FIA desde fines de 2018, cuando comenzó a establecerse un sistema intensivo de producción de almendros injertados sobre el patrón enanizante Rootpac-20 ® de propiedad de la empresa Agromillora Chile ®. El segundo sistema de producción intensivo fue establecido sobre el patrón Nemaguard en el cual se injertaron variedades de propiedad del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de España (IRTA), licenciadas por la empresa Viveros Sunnyridge® en Chile.
“Todas las variedades de almendro en evaluación, son de floración más tardía que las tradicionales y autofértiles. Cabe indicar además que este proyecto incorpora el establecimiento de 30 hectáreas de castaño tipo marrón, en que se evaluarán variedades, portainjertos y se establecerá un paquete de manejo con la incorporación de cultivos anuales entre hileras de modo de mejorar los retornos económicos en los primeros años de producción”, dijo Álvaro Eyzaquirre, de FIA.
Gracias a esta iniciativa ejecutada por Inia Carillanca , se están evaluando los distintos manejos implementados para determinar los costos asociados a las tecnologías estudiadas en ambas especies: almendro y castaño, antecedentes que serán transferidos a los agricultores, profesionales y empresas de la zona sur y con lo cual se cumple uno de los objetivos del Plan Impulso Araucanía 2010-2026 que contempla en su eje agrícola, la generación de innovación, competitividad y modernización, en un sistema sustentable para el desarrollo rural de la Región de La Araucanía.