Alertados por la amenaza que sufre el copihue a raíz de la sequía que afecta a la zona centro sur de Chile, los investigadores del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia) estudian esta especie para evitar la extinción de su diversidad genética.
En esa línea, y con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), se logró evaluar una colección de 24 genotipos de copihue mantenidos por la Empresa Alupra, que permitió editar un boletín con sus principales características.
Para el especialista en conservación de especies nativas de Inia La Platina, Pedro León, si las condiciones se mantienen y hay menor disponibilidad hídrica, indudablemente afectará la reproducción de esta enredadera que puede alcanzar una longitud de cuatro metros aproximadamente y que se encuentra en ambas cordilleras, entre Valparaíso y Osorno.
La reconocida flor, declarada símbolo nacional en 1977, al igual que muchas otras especies que habitan en los bosques nativos de Chile, se está convirtiendo en víctimas del preocupante escenario de escasez hídrica que golpea al país. “Sin duda, la falta de agua conlleva un crecimiento mucho más lento, pérdida de follaje y una menor reproducción de flores y, por consiguiente, menor fructificación de copihues y la muerte de plantas”, dijo Pedro León.
También, agregó el especialista, hay que tener en cuenta que los incendios forestales aumentan producto de una acumulación del material vegetal seco y tendrán un efecto amplificador de la sequía en la pérdida de la diversidad genética del Copihue y, por supuesto, también de muchas otras especies del Bosque Esclerófilo.
Para contrarrestar estas amenazas se debe frenar una posible extinción del emblema nacional. “Por ello, hay que fortalecer las acciones de resguardo y valoración del Copihue y de todo nuestro patrimonio genético. Este es un trabajo país, que comenzamos en Inia, pero necesitamos que todos los actores públicos y privados nos unamos en una gran cruzada ambiental y protección del patrimonio natural del país. Esto debe ser realizado junto con las comunidades locales y los pueblos ancestrales”, indicó Pedro León.
En esa línea, y con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) se logró evaluar una colección de 24 genotipos de Copihue mantenidos por la Empresa Alupra, que permitió editar un boletín con las principales características de ellas. Así lo dio a conocer la investigadora de Inia Carillanca, Gabriela Chahín, autora y editora del boletín N° 341 Copihue: Manejo, caracterización y usos.
Específicamente, este trabajo permitió realizar una caracterización morfológica y agronómica de toda la colección de copihues, destacando los genotipos Ligtromu y Alcapan, por su color blanco; el Vergel rosado; Caupolicán y Contulmo color rojo, promedio de 100 flores por planta y el genotipo Quelipichum por su flor doble con 14 tépalos.
“Además, se entregaron recomendaciones preliminares para el manejo agronómico de la planta y avances en el manejo postcosecha de la flor”, destacó la investigadora de Inia Carillanca.