Este domingo, el Juzgado de Garantía de Nueva Imperial dejó sujeto a la medida cautelar de prisión preventiva al imputado por el Ministerio Público como autor de los delitos consumados de homicidio calificado (alevosía) e inhumación ilegal, ilícitos perpetrados el lunes pasado, en esa comuna, donde fue asesinada alevosamente la joven Damaris Meliñir.
En la audiencia de formalización de la investigación, el magistrado Luis Emilio Soto Méndez ordenó el ingreso del sujeto al Centro de Cumplimiento Penitenciario de Valdivia, por considerar que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, en consideración a la gravedad de los delitos imputados y las penas que arriesga. Además, fijó en cuatro meses el plazo de investigación.
Según el ente persecutor, aproximadamente a las 15 horas del lunes 1 de marzo de 2021, la víctima, Damaris Ana Meliñir Llanque, de 19 años de edad y con 20 semanas de embarazo, se encontraba esperando locomoción colectiva en un paradero ubicado en la calle República de Nueva Imperial, con el propósito de dirigirse a almorzar a su domicilio, ubicado en la población Juvencio Valle de la localidad de Almagro.
En dicho contexto, el imputado, quien conducía un vehículo de su propiedad, marca Daihatsu, modelo Giro, se ofreció a llevarla. La víctima aceptó el ofrecimiento, debido a que conocía al imputado y que la había llevado en ocasiones anteriores.
Una vez que la joven abordó el automóvil, el imputado tomó el camino en dirección a la localidad de Almagro, pero no dejó a Meliñir Llanque en su domicilio, sino que continuó la marcha por aproximadamente 15 kilómetros más, hasta llegar a su propia residencia, ubicada en el sector Hueichahue, camino a Huidima, sector rural de la comuna de Nueva Imperial, donde el imputado residiría solo.
Una vez en el lugar, el sujeto se habría abalanzado sobre la víctima con la intención de darle muerte y aprovechando su superioridad física, la tomó fuertemente por el cuello, estrangulándola hasta provocarle la muerte por asfixia.
Luego, amarró con cables las manos y pies de la joven y depositó el cuerpo en un pozo de cuatro metros de profundidad, ubicado en la parte trasera de la vivienda, el cual cubrió con más de dos metros de tierra, tablas y material vegetal, hecho causó conmoción en toda La Araucanía.
FUNERALES
Tras el velatorio de Damaris que se realizó en el domicilio de sus padres, se realizó una ceremonia mapuche y fue sepultada en el cementerio de la Misión de Boroa, siendo acompañada en todo el trayecto por una caravana de vehículos.
En el cementerio se vivieron momentos dramáticos, destacándose todas las cualidades y empuje que habían hecho sobresalir a esta joven asesinada, quien fue reconocida como una excelente trabajadora y se disponía a estudiar técnico en enfermería.
La madre Damaris, Ana María Llanque, destacó que “todo el esfuerzo que durante su corta edad tuvo, a mí me daba mucho orgullo cuando escuchaba decir `que trabajadora es esta niña, y tan linda´. Siempre destacó en diferentes ámbitos, sería mucho lo que podría destacar de mi hija, ahora sólo pedimos justicia, pero una justicia de verdad y el tipo que pague el tremendo daño”.
En tanto, la prima de Damaris, Millaray Yévenes, manifestó que “como familia estamos totalmente destruidos, buscamos algún tipo de explicación pero no la hallamos. Sólo pedir a Dios que tenga a mi prima Damaris en su reino celestial y a la justicia que haga su trabajo; queremos que el tipo pague con el máximo rigor de la ley, no puede quedar impune”.
Fotos: Israel Sanhueza.