El consejero regional Daniel Sandoval junto a la comunidad Antonio Huilcapan y la concejala Soledad Gallardo denunciaron la depredación ecológica de una empresa constructora con faenas de un proyecto inmobiliario que destruyó un bosque nativo, rellenó un humedal afectando toda la biodiversidad del sector la que además amenaza la captación de agua potable para la comunidad en el territorio de Lircay, macrosector Fundo El Carmen de Temuco.
Sandoval y Gallardo solicitaron a Conaf, DGA, DOH, Superintendencia de Medio Ambiente y de Servicios Sanitarios abrir un proceso de fiscalización ante lo que calificaron como un “ecocidio, donde la avifauna, la flora y los bienes naturales del sector fueron depredados por el accionar de esta empresa inmobiliaria, la que además tiene un ducto con aguas servidas que se mezcla con las aguas lluvias que eventualmente envían al estero Lircay”.
“La ciudad de Temuco, sus comunidades y sus pulmones verdes no pueden seguir pagando el costo del lucro de las inmobiliarias, no lo podemos aceptar más, es demasiado, exigimos justicia verde y territorial, un plano regulador con pertinencia cultural-ambiental y una constitución donde la propiedad privada no esté sobre el bien común”, comentó Sandoval.
En tanto, la Comunidad Antonio Huilcapan y la asociación We Nepen, exigieron la presencia de todos los servicios del Estado para detener este atentado ambiental, que afectó el Menoko de la comunidad. “Aquí hay un grave daño a la captación de agua del sistema de agua potable rural de la comunidad, a lo que se suma la alteración del agua de la laguna de los patitos en el sector Altos del Carmen, en definitiva, están dañando seriamente nuestra pequeña agricultura y las condiciones de vida, del buen vivir y todos los tipos de vida que habitan en nuestro territorio”, sostuvieron.
Daniel Sandoval y Soledad Gallardo informaron que además la comunidad está preparando una segunda presentación sobre el humedal Estero Lircay para efectos de ampliar la superficie de protección bajo la ley de humedales urbanos. “Hoy está en juego la vida, la biodiversidad, combatir el calentamiento global y, sobre todo, construir una ciudad que respete y valore sus bienes naturales y a las primeras naciones. Estas prácticas deben terminar, por lo que necesitamos con urgencia un plano regulador, verde, sustentable y con foco en la emergencia climática que vive el planeta”, concluyeron el consejero y la concejala.