Una de las advertencias que más se repiten por estos días entre quienes se oponen a las vacunas en Chile, es que los niños correrían graves riesgos al vacunarse contra el covid-19.
Esta afirmación fue categóricamente desmentida por Waldo Armstrong, ex docente universitario y actual jefe de Salud Pública de la Seremi de Salud de La Araucanía, quien partió recordando que “hace 100 años, la expectativa de vida de la población era de alrededor de 40 años. Con la implementación cada vez más progresiva de vacunas, antibióticos y otros, hoy la expectativa es sobre los 70 a 80 años, dependiendo de los países. Es decir, se ha duplicado la expectativa de vida gracias a los avances científicos”.
Armstrong recordó que hace algunas décadas, el médico Andrew Wakefield presentó una investigación preliminar, donde asoció un supuesto vínculo entre las vacunas y la aparición de autismo en menores. “Este estudio fue desmentido posteriormente, cuando se descubrió que era totalmente falso, sin embargo esto ser viralizó en la época y mucha gente lo tomó como base para generar un movimiento antivacunas”.
El profesional añadió que muchas personas que se oponen a las vacunas han argumentado que basta solamente con una alimentación saludable y no es necesario inmunizarse, pero destaca que esto no es así, pues antiguamente las personas tenían una alimentación mucho más natural y sin embargo, de todos modos la población fallecía a edades mucho más tempranas que hoy.
“Le gente de hace 100 años tenía una alimentación mucho más saludable, sin comida chatarra y fallecían en promedio a los 40 años, y lo que ha hecho aumentar la expectativa de vida, más que exclusivamente una alimentación sana, es tener vacunas, antibióticos y una serie de fármacos”, subrayó, añadiendo que comer sano es importante para mantener una buena salud, pero no es la forma de prevenir contagios.
Agrega que “los movimientos antivacunas se basan en creencias y estudios errados o mal realizados, porque para que una teoría científica se valide, es necesario que un experimento se repita y se obtengan los mismos resultados”.
“Entonces, todos los fármacos o antibióticos, e incluso los alimentos, como por ejemplo la leche para quienes son intolerantes a la lactosa, pueden provocar reacciones adversas dependiendo del organismo, lo mismo que el pan para los intolerantes al gluten, entonces hay una serie de factores propios de la fisiología del organismo de cada persona que los puede hacer sensibles no sólo a los alimentos, sino también a fármacos. No olvidemos que en el mundo natural es común que nos pueda picar una abeja, pero hay personas alérgicas, y también hay personas alérgicas a la penicilina y a ellos les puede dar un shock anafiláctico y obviamente podrían fallecer, entonces con cualquier vacuna pueden existir casos de personas alérgicas. No existe ningún fármaco o vacuna 100% inocuo, siempre hay reacciones secundarias y por eso deben pasar por estudios que los aprueban o no, pero eso no significa que todas las personas que se vacunen vayan a morir y eso pasa también en los niños”, subraya.
Waldo Armstrong dijo que “podría eventualmente provocar un alza de presión o alergia pero son reacciones descritas en todos los fármacos y por eso hasta cuando uno se toma un paracetamol vienen las indicaciones y precauciones, como también que las embarazadas no pueden tomar una serie de fármacos, porque tienen efectos adversos para el bebé, entonces eso debe siempre tenerse presente, cada organismo es distinto y puede que alguna vacuna genere algún efecto adverso, pero en su gran mayoría y esto lo resalto, las vacunas son seguras y han permitido prolongar la expectativa de vida de la población”.
Respecto a registros de casos de niños fallecidos a causa de la vacunación contra el covid-19, el profesional fue tajante en informar que no existe ningún caso registrado.
“Lo que puede haber pasado es que alguna persona haya cursado alguna otra enfermedad postvacunación o que alguien haya dejado de existir a causa de contraer covid-19 inmediatamente después de vacunarse, pues la vacuna necesariamente requiere de un periodo para adquirir la inmunidad y efectivamente, tenemos personas que han fallecido de covid-19 o de otras enfermedades, pero eso es parte de la evolución natural del sistema inmune y por eso se ponen dos dosis, porque con una dosis los anticuerpos llegan a un nivel y con la segunda supero ese nivel”, puntualizando que no existen casos en La Araucanía de decesos de menores ni adultos a causa de de la vacunación contra la pandemia.