El camarón de vega (Parastacus pugnax) es un crustáceo endémico ubicable entre el río Aconcagua en la Región de Valparaíso y la ciudad de Nehuentué en la Región de La Araucanía. Este recurso natural es muy valioso para pequeñas comunidades del sur de Chile, donde es explotado de manera sostenible para su consumo y comercialización.
En este contexto, durante el procesamiento y consumo del camarón de vega se descarta el exoesqueleto, la piel y las vísceras. La valorización de los subproductos agroalimentarios ha recibido mucha atención, no solo por el cuidado del medio ambiente, sino también, por el potencial económico que significa valorizar estos subproductos.
Es así como científicos del Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola (CGNA) investigaron la síntesis de un ingrediente funcional a partir del exoesqueleto. Dicho ingrediente es la quitina, uno de los polímeros de origen natural más abundante a nivel mundial y que se utiliza principalmente para producir quitosano, biopolímero altamente valorado por la industria farmacéutica y alimentaria. De este modo, el conocimiento generado por el CGNA ha permitido valorizar un material de descarte en un ingrediente de alta sofisticación y valor.
QUITOSANO
Se trata de un estudio liderado por César Burgos, investigador del CGNA, en el cual se evaluaron los parámetros óptimos para la síntesis del quitosano. Además, se caracterizó su estructura química, peso molecular, pureza (grado de desacetilación), propiedades fisicoquímicas (solubilidad y viscosidad) y propiedades biológicas, entre otros parámetros.
Un biopolímero es un compuesto químico o macromolécula que puede ser obtenido o sintetizado a partir de microrganismos, plantas, animales marinos, entre otros. Dentro de sus aplicaciones incluyen su utilización como aditivos alimentarios (emulsionantes y/o estabilizantes), diseño de envases biodegradables con un bajo impacto medioambiental, o también en la industria farmacéutica como material para encapsular y liberar principios activos.
Asimismo, el equipo de investigación también estudió la actividad antimicrobiana y antioxidante de este nuevo ingrediente. Por ejemplo, se determinó la actividad antibacteriana con bacterias de interés para la industria alimentaria, evidenciándose una gran eficacia contra elementos perjudiciales para la salud humana, tales como la Salmonella tiphymurium, Staphylococcus aureus, Enterococcus faecalis y Listeria Monocytogenes.
César Burgos, investigador del CGNA, valoró este estudio como un importante aporte al conocimiento científico, el cual es de interés no sólo en el área de investigación sino por sus aplicaciones en diferentes aplicaciones industriales.
Asimismo, se demostró que el exoesqueleto del camarón de vega puede ser una excelente fuente natural para la producción de quitosano con posibles aplicaciones farmacéuticas o para prevenir infecciones asociadas con bacterias patógenas.
“El conocimiento generado permite que, en el futuro comunidades que tenían una fuente de ingreso por el camarón de vega, puedan explorar mercados de mayor sofisticación y valor agregado. Para ello, la participación del sector privado es fundamental”, agregó el director científico del CGNA, Dr Haroldo Salvo-Garrido.