Para exponer el desarrollo de la comercialización relacionada a la agricultura familiar campesina, se desarrolló el webinar “Hacia una política de circuitos cortos de comercialización en redes agroalimentarias para La Araucanía: Experiencias desde el territorio”.
Así fue como Sandra Parra, representante de la ONG (Organización No Gubernamental) Cet Sur, expuso sobre el proyecto “Canasta de la puebla a la mesa: patrimonio agroalimentario y comercialización online en tiempos del Covid-19”. Iniciativa que tuvo por objetivo aportar a la seguridad alimentaria y las economías locales, en tiempos de emergencia sanitaria, en ocho comunas de la región de La Araucanía, a través de la implementación de circuitos cortos de comercialización vía online de la canasta “De la puebla a la mesa”, producidas por curadoras de semillas y socias de Mesas Comunales de Mujeres Rurales.
Jorge Huichalaf, ex presidente de la Cooperativa Ahorro y Crédito Endógena Mapuche Küme Mogen, habló sobre los retos y claves de la institucionalización e indicó que, para implementar circuitos cortos de comercialización, es importante la implementación del crédito para generar mayor trabajo, pero instalando un Instituto de Desarrollo Agroecológico que promueva una reforma agraria agroecológica.
Por su parte, Kathia Benítez -socia trabajadora de la Cooperativa Trabajo Vivo- comentó sobre la experiencia de la Comercializadora Manos de vuelta, canal de comercialización sin fines de lucro, democrático y sustentable para productos de la agricultura familiar campesina, impulsado por la Cooperativa Trabajo Vivo.
Entre los atributos expuestos de la iniciativa está que atiende el problema de la comercialización, vincula actores (Estado, entidades educativas, organizaciones territoriales, productores) y estimula la agrobiodiversidad y el aumento en la producción.
La actividad de éste webinar fue organizada por la Oficina Chile de Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, en coordinación con la Pontifica Universidad Católica de Chile (PUC), sede Villarrica y el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) de Canadá. Según se explicó surge tras una serie de diálogos territoriales realizados por el Grupo de Diálogo Rural (GDR) La Araucanía durante el 2020 en torno al impacto del Covid-19 en la agricultura familiar y los sistemas agroalimentarios.