“Un flagelo que no ha podido ser controlado, a través de los años que por inconsciencia de algunas personas se está provocando un daño cuantioso a uno de los recursos más atractivos para los amantes de la pesca deportiva”.
Así comentó Sergio Sagardía, inspector de Turismo Aventura de la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Pucón, con respecto a la vigilancia que sostienen varios organismos contra la pesca ilegal e indiscriminada del salmón Chinook en diversos ríos de la comuna lacustre de la Región de La Araucanía.
Funcionarios de Carabineros, del Sernapesca (Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo) e inspectores municipales y de Seguridad Pública se esfuerzan por detener a quienes se dedican a la pesca ilegal, como es el caso del río Trancura, donde grupos de personas en horario diurno y nocturno se dedican a esta actividad, rompiendo todo tipo de normas legales.
“Es muy difícil saber los horarios en que se realiza esta pesca ilegal y si se logra dar con ellos, se arrancan por el bosque sin poder dar con su paradero”. El daño, afirmó Sagardía, es cuantioso e irreparable.
TURISMO
El presidente del Club Pesca y Caza de Pucón y consejero regional de pesca recreativa de la región de la Araucanía, Edmundo Schuster, comentó: “El daño que genera al turismo es irreversible, porque quienes practican este deporte, no van a querer visitar un centro turístico donde se realizan malas prácticas, matando a los pescados que pesan alrededor de 12 kilos a machetes o a palos, dejando en la ribera del río cabezas y tripales. Sin duda, esto deja una muy mala imagen para un destino turístico como Pucón, ya que es visto por cientos de turistas que descienden a diario en las balsas de rafting”.
En opinión de Schuster, la pesca furtiva ha sobrepasado todo tipo de control por parte de las entidades encargadas de velar por el cumplimiento de la ley en toda la región y en especial en Pucón. Es un tema que mantiene preocupados y ocupados a todos quienes practican la pesca recreativa.
Schuster expresó que, además del daño que se genera al turismo de la pesca recreativa, se presenta otro problema: “Cuando quedan estos hilos de pesca y las arañas que utilizan los pescadores furtivos en el fondo del río, las que pueden ocasionar lesiones de diversa consideración o la muerte de una persona”.