Como parte de las actividades del Plan Verano, fue lanzada en el liceo Luis González Vásquez la Primera Escuela de Verano Indígena, instancia que comenzó con un llellipun o ceremonia mapuche, a cargo de representantes del Hospital Intercultural de Nueva Imperial, quienes manifestaron a la organización la relevancia que tiene facilitar el acceso a una educación de calidad a estudiantes de zonas rurales.
Al respecto, la seremi de educación, María Isabel Mariñanco, indicó que el evento tiene un correlato con la gestión del Gobierno, pues “hemos estado levantando cinco experiencias en contexto mapuche. Dos en Saavedra, una en Collipulli, Lonquimay y Padre Las Casas, de alguna manera estamos preocupados porque los estudiantes mapuches conserven su lengua y cultura y por cierto desarrollen su identidad y autoestima lo que puede servir sin duda en su desarrollo en la educación superior”.
Para Patricio Álvarez, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Biobío, la escuela “es particularmente relevante porque genera un espacio en que confluyen muchos saberes y que es ambicioso creer desde la universidad que está completa (…) venimos fundamentalmente a mostrar parte de esos saberes que tiene que ver con la tecnología, que permite llevar calidad de vida a las personas, y sabemos que si llegamos a los jóvenes ellos sabrán como innovar y ponerla al servicio de sus comunidades”.
Millaray Curilem, académica de la Universidad de La Frontera, precisó que “la universidad tiene que estar en el territorio y hacer ciencia ciudadana, pero también estamos en un proceso de interculturalidad que permite que la universidad pueda aprender del territorio. (…) Porque la Universidad siempre ha tenido una visión de superioridad respecto del conocimiento que quisiéramos equilibrar, y esta escuela ofrece esa oportunidad”
Karina Lillo, estudiante de tercer año medio de Nueva Imperial indicó que se inscribió en la escuela para divertirse junto con aprender algo más relacionado con la psicología, carrera que le gustaría estudiar; mientras que para Aukin Garrido Caniupil, estudiante de Galvarino, la motivación está mucho más centrada en buscar su vocación pues asegura que “el índice de estudiantes rurales e indígenas que ingresan a la universidad es demasiado bajo” mientras que las carreras que lo motivan son sociología, antropología y derecho.
La escuela considera dos jornadas intensas de actividades y conversatorios asociados a temáticas tan diversas como las energías renovables, cuidado del medioambiente, impresión 3D y sensores e internet de las cosas a cargo de destacados académicos de las tres casas de estudios organizadoras.