La Fiscalía de La Araucanía obtuvo una sentencia con penas que suman más de nueve años y medio de presidio contra Miguel Ángel Torres Toro, quien fue condenado por los delitos de incendio, robo con violencia e infracción a la Ley de Armas.
Torres Toro, quien aceptó los hechos de la acusación y fue condenado en procedimiento abreviado por tres3 hechos distintos a penas de cumplimiento efectivo, destacó el fiscal de alta complejidad Enrique Vásquez. “Efectivamente, la Fiscalía de Alta Complejidad obtuvo una condena, a más de nueve años y medio de privación de libertad, respecto de un imputado que estaba formalizado y luego acusado por el delito de incendio, también delito de robo con violencia, y además en el contexto de su detención luego de registrada su casa fueron encontradas distintas municiones”.
La investigación desarrollada junto a la PDI estableció que el 10 de julio de 2020, alrededor de las 19:30 horas, el condenado y a lo menos otros cuatro sujetos premunidos con armas de fuego y vestidos con ropa tipo militar intimidaron a las personas que permanecían en la parcela N°3 del sector “La Suerte” de Collipulli, y golpearon al dueño de casa, de 78 años, para que hiciera entrega de las armas que mantenían.
Tras registrar el lugar robaron un revolver marca Taurus, una escopeta y aproximadamente 50 cartuchos calibre 12 y 16, además de dinero en efectivo, dos motosierras y otras herramientas que cargaron en la camioneta de la víctima.
Posteriormente, el 3 de agosto de 2020, durante una marcha no autorizada en Collipulli, Torres Toro y un grupo de sujetos de manera concertada prendieron fuego en el primer piso del inmueble ubicado en calle Alcázar 1274, donde funcionan el Servicio de Registro Civil y un estudio de abogados.
El fiscal Enrique Vásquez explicó que con los antecedentes que fueron expuestos ante el tribunal, como la prueba pericial de los registros de videos la marcha, además de escuchas telefónicas y la declaración de los funcionarios investigadores, se pudo acreditar que el imputado vierte líquido acelerante y prende fuego a las dependencias en momentos en que permanecía en el interior una trabajadora, la cual pudo escapar gracias a la ayuda de terceros.
En septiembre de 2020, cuando la PDI ingresó al domicilio del condenado, en la comunidad Antinao de Ercilla, encontró un galletero y un serrucho eléctrico robados en el asalto al parcelero del mes de julio, además de cartuchos de escopeta que mantenía sin contar con la autorización, lo que configuró el delito de tenencia ilegal de municiones por el cual fue igualmente condenado.