“Chile se encuentra en un momento en el que se plantea la necesidad de redactar una nueva Constitución que aborde las diversas problemáticas y demandas sociales que han surgido en los últimos años y uno de los temas centrales en este debate, para el proceso constitucional, debiera ser la descentralización y la autonomía regional, que busca otorgar a las regiones una mayor participación en la toma de decisiones y en la gestión de sus territorios, sin embargo el tema no está fluyendo como hubiésemos querido”
Así lo expresó el consejero regional, Marcelo Carrasco, quien, pese a lo anterior, planteó diez propuestas para reflexionar en este nuevo proceso constitucional en Chile, desde el enfoque de la descentralización y la autonomía regional. “Primera, indicó, una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones”. “Esto permitirá, dijo, que las políticas públicas se ajusten mejor a las necesidades y características específicas de cada territorio, evitando así la imposición de soluciones homogéneas, que no siempre son efectivas”.
La segunda propuesta, agregó Carrasco, es el reconocimiento y respeto a la diversidad cultural y territorial, ya que Chile es un país con una gran diversidad cultural y territorial, pero la concentración de poder en la capital nacional ha llevado a la invisibilidad de las distintas realidades y necesidades de las regiones.
Como tercera propuesta de reflexión, añadió el consejero regional, se propone el fortalecimiento de las capacidades de gestión regional, lo que implicaría la transferencia de competencias y recursos a los gobiernos regionales, para abordar con prontitud y conocimiento áreas claves, como la seguridad pública, la gestión de emergencias, la educación, la salud, agua , infraestructura vial, conectividad y el desarrollo económico, entre otras.
INVERSIÓN
La cuarta propuesta tiene que ver con el aumento de la inversión en infraestructura y servicios públicos, lo que ayudaría, añadió Marcelo Carrasco, a reducir las brechas territoriales existentes en el país. Además, permitiría a las regiones decidir sobre las prioridades de inversión en función de sus necesidades y características específicas.
Como quinta idea, dijo la autoridad, proponemos el fomento del desarrollo económico regional, lo que permitiría, por ejemplo, incentivar la creación de empleo, el emprendimiento y la innovación en los territorios. Esto permitiría a las regiones aprovechar sus ventajas comparativas y desarrollar estrategias de crecimiento económico sostenible.
Para que todo lo anterior funcione adecuadamente, indicó Carrasco, la sexta propuesta es clave, ya que se refiere a la mejora de la calidad de la gestión pública y aquí la descentralización y la autonomía regional darían lugar a una mayor fiscalización y control ciudadano, lo que podría contribuir a mejorar la calidad de los servicios públicos y la eficiencia en el uso de los recursos.
Como séptima propuesta, para que en conjunto reflexionemos sobre el proceso constitucional que se está llevando adelante, dijo el consejero Carrasco, planteo el incremento de la legitimidad y representatividad política. “Al tener la capacidad de elegir a sus representantes y contar con un mayor grado de participación en las decisiones que afectan sus territorios, los ciudadanos se sentirían más involucrados y comprometidos con el sistema político, lo que podría contribuir a disminuir la desconfianza y el descontento social”, manifestó.
“COOPERACIÓN”
La octava propuesta se refiere a la reducción de la congestión y la sobrepoblación en Santiago. “Al fomentar el desarrollo y la inversión en otras regiones del país, continuó el Core, la descentralización y la autonomía regional podrían contribuir a reducir dicho problema, generando dos situaciones virtuosas: mejoraría la calidad de vida en la capital, al tiempo que impulsaría el crecimiento económico y social en otras áreas del país.
En la misma línea, indicó, la novena propuesta tiene que ver con el fortalecimiento de la cooperación interregional, especialmente en temas de interés común, como el medio ambiente, la infraestructura y el desarrollo económico. Esto generará sinergias y un desarrollo más equilibrado y sostenible del país.
Por último, expresó el consejero, proponemos un estado unitario, pero de verdad descentralizado, que asegure un desarrollo equitativo y seguro.
“El problema, dijo Marcelo Carrasco, es que el proceso ha sido tan cerrado y circunscrito a un grupo de expertos designados, que ninguna de las materias planteadas en estas propuestas, están siendo abordadas en el futuro texto, lo que nos lleva a plantear que no hay ninguna razón hoy para votar favorablemente en este nuevo proceso constitucional”.