Lutier, es el nombre que reciben los artesanos encargados de manufacturar y reparar instrumentos musicales de cuerda, ya sean estos de acción frotada o pulsada. El oficio en cuestión, data formalmente desde el siglo XVI, periodo en el que surgen en Europa una serie de especialistas en la materia, quienes minuciosamente construyeron violines, violas, laudes, guitarras y hasta pianos. Recogiendo saberes y técnicas ancestrales utilizadas para llegar a las dimensiones, grosores y tonalidades necesarias para entregar el mayor potencial a cada una de sus creaciones.
Este arte llegó a Latinoamérica en el siglo XVII, siendo potenciado por la migración española, territorio conocido por un gran desarrollo en la construcción de guitarras. A pesar de esto, en el continente no se establecieron formalmente academias de lutería hasta el año 1950, fecha en la que el italiano Alfredo del Lungo, fundó la primera escuela de lutería en la Provincia de Tucumán, Argentina.
LUTERÍA EN CHILE
La música folclórica chilena se ha visto fuertemente influenciada por instrumentos de cuerda, tales como la guitarra, el cuatro, e incluso el guitarrón chileno, siendo este último un instrumento de origen netamente nacional, surgiendo en nuestro territorio durante la época colonial.
A pesar de este hito, actualmente en Chile no existe una carrera universitaria ni técnica superior de lutería. Lo que no ha detenido la proliferación de este arte a lo largo del país, dónde han surgido una serie de artesanos que, aprovechando la popularidad de las cuerdas y la gran variedad de maderas nativas de alta calidad en el territorio, han hecho de este arte un oficio.
Desarrollando esta situación y exponiendo la realidad del oficio a nivel local, es que, Patricio Lagos, lutier de la Región de La Araucanía, presentó en la UCT su experiencia en la construcción de instrumentos, y los principales desafíos y oportunidades que se le han presentado a lo largo de su carrera. En este contexto, el artesano, enfatizó el crecimiento exponencial de la disciplina a nivel país.
“En último tiempo se está dando una gran sinergia entre los que somos lutieres y los guitarristas. Esta conexión es fundamental, y es un gran hito poder explicarlo en un contexto académico, para dar forma y aterrizar esta energía. En Chile tenemos tremendos guitarristas, y es muy importante que nosotros seamos capaces de alguna manera de poder satisfacer sus necesidades”, concluyó.
PROYECCIÓN
La Dirección de Extensión Académica y Cultural de la Universidad Católica de Temuco, a través de la Academia de Artes Musicales UCT (AAM), anualmente organiza una parrilla programática con diferentes eventos artísticos únicos en la región. Los que buscan potenciar el ambiente artístico local, relevando una serie de géneros musicales y oficios ligados a estos mismos, entregando a la comunidad de manera gratuita, la oportunidad de aprender, escuchar y compartir directamente con expositores y músicos de primer nivel.
Respondiendo a este precedente, es que la UCT organizó el encuentro La Voz de la Madera, espacio en el que los lutieres temuquenses, Patricio Lagos y Crístofer Valenzuela, expusieron el contexto e historia a nivel mundial y local del oficio. Desarrollando a lo largo de la charla, un test de guitarras de alta gama, instrumentos manufacturados por destacados artesanos de diferentes países y continentes. En este contexto, es que el director de la AAM de la casa de estudios, Fernando Sandoval, enfatizó en la gran calidad del encuentro y la proyección de la academia en acciones de este tipo.
“Presenciar estas actividades es un lujo, en esta ocasión pudimos escuchar piezas musicales interpretadas por de los intérpretes de guitarra clásica más importante actualmente en nuestro país, a través de instrumentos de la más alta calidad. Estamos muy felices y queremos replicar la iniciativa en otros instrumentos como violín y violoncelo”, señaló el director.
OPORTUNIDAD ÚNICA
La prueba instrumental fue llevada a cabo por Esteban Espinoza, premiado guitarrista y académico del Instituto de Música, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, quien a través de la Fundación Guitarra Viva, se encuentra desarrollando un ciclo de conciertos a lo largo del país, llegando hasta nuestra región con el objetivo de presentarse en la UCT y participar del encuentro.
El músico destacó la importancia de la iniciativa, señalando la gran oportunidad que tuvieron los asistentes a la charla, teniendo la posibilidad de escuchar, examinar y probar guitarras construidas bajo distintas tradiciones y escuelas de la lutería, conociendo sus diferencias en cuanto a dimensiones, sonido y estructura.
“Es muy poco usual tener instrumentos de tan alto nivel en un mismo espacio, junto con poder probarlos y analizar su sonido junto a expertos en el tema. Fue una experiencia increíble que no se da habitualmente y que vale la pena celebrar”, destacó el guitarrista.