Un 66% de los chilenos cree que la salud mental es el mayor problema de salud que enfrenta el país en la actualidad, superando ampliamente el promedio mundial (44%) y ocupando la segunda posición del listado, liderado por Suecia (67%). Desde el año 2020, las personas que reconocen a la salud mental como un problema en Chile han pasado de 50% a 66%.
Así se informó desde la consultora Ipsos al presentar su estudio “Monitor Global de Salud 2023”, que muestra la percepción de más de 23 mil personas en 31 países, incluido Chile, sobre los principales desafíos para la salud personal y de los sistemas de salud, incluyendo cómo los ciudadanos califican los servicios que tienen disponibles y qué piensan que debe mejorarse.
Téngase presente que la obesidad ocupa el segundo lugar en Chile, con un 49% de menciones y un aumento de 11 puntos respecto de la medición del año 2022, cuando se ubicó en 38%. Con este porcentaje, nuestro país también se posiciona como el segundo país del mundo con mayor preocupación por este problema de salud, sólo superado por México (62%). Con un 38%, el cáncer se encuentra en la tercera posición de las principales preocupaciones de salud, donde compartimos porcentaje con países como Canadá, Suiza, Singapur y Brasil.
CRISIS QUE NECESITA INTERVENCIÓN
Alejandra Ojeda, Gerenta de Estudios Públicos de Ipsos Chile, comentó: “La ciudadanía está poniendo una alerta sobre la salud mental como un problema grave en el país. Dos tercios de las personas lo instalan como uno de los principales problemas, muy por encima de cualquier otra alternativa como obesidad o cáncer”
Sólo un 35% de las y los chilenos calificó como buena o muy buena la calidad de la atención médica a la que tienen acceso, lo que deja al país bastante por debajo del promedio mundial (58%), y como séptimo país del estudio que peor la evalúa. En Latinoamérica, Chile queda por encima de México (34%), Brasil (31%) y Perú (16%), mientras que Colombia (42%) y Argentina (50%) evalúan mejor su atención médica.
En opinión de Ojeda: “Hay una señal muy potente en esta declaración donde una mayoría está avisando que estamos en presencia de una crisis de la salud mental y que se requiere intervención no sólo desde el sistema de salud, sino desde una perspectiva integral”
Las percepciones respecto del sistema de salud en Chile son mayoritariamente negativas: 70% de las personas consultadas cree que el sistema de salud se encuentra desbordado, 74% considera que los tiempos de espera son demasiados largos, 78% cree que muchas personas en el país no pueden permitirse una buena atención médica, sólo 41% indica que le es fácil conseguir horas con médicos y la cifra que confía que recibirá el mejor tratamiento alcanza a sólo 38%.
Además, solo 24% cree que tenemos un sistema de salud que entrega el mismo nivel de atención a todo el mundo, ocupando la posición 29 entre 31 países consultados.
Sin embargo, 48% de las personas consultadas en Chile cree que mejorará la calidad de la atención médica que recibirá en el futuro, siendo el octavo país más confiado en esta mejora. Esta confianza se observa principalmente entre países latinoamericanos, los que ocupan las 5 primeras posiciones: Colombia (65%), Brasil (61%), Perú (60%), Argentina (58%) y México (55%).
DESAFIOS
Sobre los problemas que enfrenta el sistema de salud, en el caso de Chile el principal problema identificado son los tiempos de espera para acceder al tratamiento, lo que es mencionado por 63% de las personas consultadas, cifra muy por encima del promedio global de 46% y ocupando Chile la tercera posición del ranking, sólo por debajo de Polonia (66%) y Hungría (63%).
“En el caso del sistema de salud, normalmente las percepciones tienen una base de experiencia a nivel de grupo familiar”
Así lo destacó Alejandra Ojeda, Gerenta de Estudios Públicos de Ipsos Chile, en cuya opinión: “Si los tiempos de acceso a la salud se instalan como principal problema identificado por las personas, es que existen experiencias que han sobrepasado la tolerancia cuando se trata de problemas de salud. Además, es importante abordar la desigualdad en la atención que observan las personas, en un país en el que conviven dos sistemas de salud. Acortar brechas en la calidad de la atención entre sistemas es generar mayor igualdad social”
Tales declaraciones las formuló Ojeda, considerando que, al problema de los tiempos de espera le sigue el costo de acceso a tratamientos 47%, la falta de personal (40%) y la burocracia (31%), según el estudio de opinión presentado por Ipsos.
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POR SERGIO PEÑA HERRERA