¿Es tan complicado manejar el comportamiento de los animales domesticables?

"El refuerzo" es algo que aumenta la probabilidad de un comportamiento deseado, mientras que el "castigo" es algo que reduce la probabilidad de un comportamiento no deseado"

La investigadora del NIBIO (Norwegian Institute of Bioeconomy Research) Grete H.M. Jørgensen   es etóloga y su experiencia profesional se enfoca en el comportamiento los animales en sus hábitats naturales, animales de campo tales como caballos y ovejas.

Ella cree que hay esperanza para todos los dueños de mascotas si simplemente se toman el tiempo para comprender alguna teoría básica del aprendizaje. Y es que muchos dueños de animales se preocupan al no saber que hacer cuando, por ejemplo, sus perros no se comportan como en las películas hollywoodenses y tiran fuertemente y sin control de las correas sujetas por sus amos. También hay dueños de caballos que se molestan cuando sus equinos porfiadamente no quieren subir a sus camiones en el campo. ¿Qué se puede hacer al respecto?

“Es fascinante cómo todos los animales son receptivos al aprendizaje. Incluso a un pollo se le puede enseñar con la motivación adecuada”, dice Jørgensen. Se ha evaluado que los seres humanos a menudo estamos motivados por objetivos muy complejos y con perspectivas a largo plazo. Pero los animales domesticables son más impulsivos, ¿y cómo se conseguimos que hagan lo que queremos?

MOTIVACION Y ANIMALES

¿Alguna vez Ud. ha considerado cuándo aprende mejor?: Lo más probable es que sea cuando usted esté interesado y motivado. Lo mismo ocurre con los animales domesticables.

“La teoría del aprendizaje es complicada, pero uno de los métodos de entrenamiento más comunes implica refuerzos y castigos positivos y negativos -comentó Grete H.M. Jørgensen, agregando- “En pocas palabras, el refuerzo” es algo que aumenta la probabilidad de un comportamiento deseado, mientras que el “castigo” es algo que reduce la probabilidad de un comportamiento no deseado. “Positivo” significa añadir algo y “negativo” significa quitar algo”.

Considérense en ése sentido algunos ejemplos: El castigo positivo, que puede ser un látigo cuando el caballo se detiene o un tirón de la correa cuando el perro ladra, no es un castigo “bueno”, sino un castigo añadido. El castigo negativo es cuando le quita usted algo que su animal quiere, como quitarle una golosina cuando el perro no se sienta cuando se lo ordenas. El refuerzo negativo es cuando eliminas la incomodidad, como por ejemplo darle más holgura a la correa cuando el perro deja de tirar. El refuerzo positivo, por otro lado, se produce cuando el perro es recompensado con una golosina cuando se sienta.

Tanto los humanos como los animales aprendemos mejor cuando estamos motivados para hacer un cambio, pero también relajados y receptivos a la nueva información. Esto significa que es menos probable que aprendamos cuando estamos estresados, asustados o enojados. Es aquí donde la referida investigadora del NIBIO recomienda precaución en el uso del castigo positivo, especialmente el castigo que provoca dolor o amenaza de dolor.

El uso de collares eléctricos en perros es una forma extrema de castigo positivo. Afortunadamente, no es tan común y puede empeorar mucho las cosas si se usa incorrectamente. Más común es el uso de látigos y espuelas en el adiestramiento de caballos. Los látigos y las espuelas no deben usarse para infligir dolor, sólo como guía, como una extensión del brazo o para dar señales más precisas. Pero si se usan incorrectamente, pueden generar miedo y hacer que el caballo entre en modo de “lucha o huida”.

COMPORTAMIENTOS

“Cuando utilizamos el dolor como castigo, o amenazamos con hacerlo, activamos la parte del cerebro asociada con el miedo y la autoconservación. El caballo produce hormonas del estrés y adrenalina, preparándose para luchar o correr para salvar su vida”, dice Jørgensen.

En su opinión: “Utilizar castigos positivos en un caballo que muestra un comportamiento no deseado debido al miedo obstaculiza su aprendizaje. La mayoría de los propietarios de caballos están familiarizados con los desafíos de cargar un caballo en un remolque. Si azotas al caballo, no aprenderá. La próxima vez subiré más rápido al remolque. ¡Todo lo contrario!. Lo único que ayuda a un caballo estresado o asustado es tomarse el tiempo para generar confianza y un ambiente seguro. Usar refuerzo positivo por cada centímetro de avance en el remolque para caballos puede llevar mucho tiempo, pero con el paso del tiempo podrá disfrutar fácilmente del resultado de aprendizajes de su caballo”.

¿Su perro quiere salir corriendo por la puerta principal cada vez que se abre? Intenta practicar todos los días que él debe sentarse y mirarte antes de ser recompensado con una caminata. Pronto aprenderá que cuanto más rápido se siente, antes podrá salir. Tendrás un perro esperándote, sin entrar corriendo por la puerta, y tendrás un comienzo más controlado en tu caminata.

Entrenar animales es una prueba de paciencia. No espere resultados demasiado rápidos, pero déle tiempo a su amigo de cuatro patas y una cola para que asimile lo que le pides. Recuerde Ud. que cada error es una oportunidad de aprendizaje, porque nos volvemos buenos en lo que practicamos mucho.

Lo único que ayuda a un caballo estresado o asustado es tomarse el tiempo para generar confianza y un ambiente seguro.

Otro consejo de Grete H.M. Jørgensen: “No seas demasiado duro contigo mismo como dueño y entrenador de una mascota. Todos cometemos errores, yo también. Pero es de nuestros errores de lo que aprendemos, y mientras aprendamos, podemos hacerlo mejor la próxima vez. Si tiene que entrenar a su animal, hay muchos entrenadores capacitados que pueden ayudarlo. Trabaje sobre su animal junto a un entrenador profesional que comprenda la teoría del aprendizaje y utilice métodos con los que usted esté de acuerdo”.

Por Sergio Peña Herrera