El sábado 30 de marzo, aproximadamente a las 21:20 horas, los vecinos del sector rural de Los Prados alertaron a Radio Colección de Curacautín sobre un fenómeno lumínico inusual en el cielo.
Según los testigos, no se trataba de la típica “luz en el cielo” que a menudo se asocia con objetos voladores no identificados, sino más bien de una luminosidad similar a la que se observa durante erupciones volcánicas, aunque esta vez estaba considerablemente por encima del horizonte. De inmediato descartaron la posibilidad de que fuera una erupción volcánica debido a la falta de actividad reportada en los macizos cercanos.
Minutos después, se recibieron informes similares del avistamiento en otras comunas de La Araucanía, incluyendo Galvarino, Temuco (Labranza), Lautaro, Vilcún, Perquenco, Cholchol y Victoria.
La Red Geocientífica de Chile ofreció una explicación preliminar al fenómeno, sugiriendo que podría tratarse de “pilares de luz”. Según sus reportes, entre las 21:05 y 21:15 horas, se pudo apreciar una luz intensa, de tonalidad rojo-anaranjada, en forma de columna vertical hacia la cordillera. Esta luz permaneció casi estática durante unos diez minutos, iluminando el cielo de La Araucanía.
Aunque inicialmente se consideró la posibilidad de que fuera un evento meteorológico como los “sprites”, causados por actividad eléctrica en la atmósfera alta, esta teoría fue descartada debido a la falta de actividad eléctrica en la zona y a la duración mucho más prolongada del fenómeno observado.
La hipótesis más plausible hasta el momento es la presencia de “pilares de luz”, un fenómeno óptico atmosférico provocado por la interacción de la luz (ya sea natural o artificial) con pequeños cristales de hielo en la atmósfera. Esto genera un efecto de reflejo que puede manifestarse como un haz de luz, generalmente de color rojo, suspendido en el cielo y que puede perdurar durante varios minutos. Sin embargo, el origen exacto de este reflejo aún no ha sido confirmado por completo.
Imágenes gentileza Radio Colección de Curacautín.