Escribe: Nicolás Schiappacasse Poyanco, profesor de la carrera Ingeniería Civil Ambiental UCT, investigador asociado del Centro de Políticas Públicas.
Llegó el mes de abril y con él las bajas temperaturas. En Temuco y Padre Las Casas, las estufas a leña se han vuelto a encender. Lamentablemente, bien sabemos que satisfacer la necesidad de confort térmico en nuestras viviendas implica poner en riesgo nuestra salud, pues la combustión residencial de leña genera material particulado fino que contamina el aire que respiramos.
En este contexto y en el marco del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA), el 01 de abril recién pasado se dio inicio a la Gestión de Episodios Críticos (GEC), que finalizará el 30 de septiembre próximo. Desde que comenzó la implementación del primer PDA (año 2010), un modelo pronostica la calidad del aire del día siguiente. Cuando este pronóstico señala que la contaminación alcanzará los niveles de alerta, preemergencia o emergencia (episodios críticos), la población debe acatar medidas de prevención y/o mitigación, tales como la prohibición de usar sus artefactos a leña por 12 o 24 h, dependiendo de la gravedad del episodio.
Es claro que la GEC conlleva sacrificios por parte de la ciudadanía. Generalmente, los días de mayor contaminación son también los más fríos. No obstante, cada año va disminuyendo el número de días en los que es necesario usar sistemas de calefacción de respaldo: el año 2022 se pronosticaron 2 días con emergencia y 31 días con preemergencia; el año 2023, 0 y 25, respectivamente. Esta tendencia se explica por el hecho de que las medidas estructurales del PDA – tales como el programa de recambio de calefactores, el subsidio para el mejoramiento térmico de las viviendas, el programa de mejoramiento de la calidad de la leña y las campañas de comunicación y educación – presentan un nivel de implementación significativo.
Sí, hoy, a casi 10 años de su entrada en vigencia, es posible afirmar que el PDA por material particulado fino está dando resultados; los registros de las estaciones de monitoreo muestran que la calidad del aire mejora año a año. Sin embargo, este avance se ha dado con lentitud, debido a que, en el presupuesto de la nación, la ejecución de los PDA regionales no es priorizada. Así, se proyecta, con optimismo, que la contaminación será superada en 10 años más. ¿Y mientras tanto? La GEC (medida paliativa) tendrá que seguir aplicándose, exigiendo de la población un esfuerzo adicional.