En un emotivo acto realizado en la plaza de Lonquimay, el obispo de Temuco, Monseñor Jorge Concha Cayuqueo, presidió la bendición del árbol y pesebre navideño instalados en el corazón de esta comuna de la Araucanía.
La ceremonia, cargada de espiritualidad y simbolismo, reunió a autoridades locales y vecinos en torno a este tradicional evento. Estuvieron presentes el concejal Guido Barría, el párroco de Lonquimay, Luis Barrientos, y la coordinadora de Dideco, Paula Macaya, quienes acompañaron al obispo en esta significativa instancia.
Durante su intervención, monseñor Concha destacó el sentido profundo de la Navidad como un tiempo de esperanza, unidad y reflexión. “El árbol y el pesebre nos recuerdan el amor de Dios y la llegada de Jesús como fuente de luz para el mundo. Es una invitación a fortalecer los lazos comunitarios y vivir con generosidad y paz”, expresó.
El acto incluyó momentos de oración y cantos navideños, lo que permitió a los asistentes compartir un ambiente cálido y festivo, característico de estas fechas.
Por su parte, el concejal Guido Barría agradeció la presencia del obispo y resaltó la importancia de estas tradiciones en la identidad de Lonquimay.
El árbol, decorado con luces y ornamentos que evocan la riqueza cultural de la zona, y el pesebre, cuidadosamente elaborado, permanecerán en la plaza durante toda la temporada navideña, como un símbolo de esperanza y fe para los habitantes de Lonquimay y quienes visiten la comuna.