El doctor Gonzalo Covarrubias, neurólogo de la Clínica RedSalud Mayor Temuco, explica: “El Accidente Cerebro Vascular o ACV ocurre cuando se obstruye el suministro de sangre al cerebro o se rompe un vaso sanguíneo” del mismo. En el ACV partes del cerebro se dañan o mueren, y por esa razón, agrega el especialista, puede producir daño cerebral duradero, discapacidad a largo plazo o la muerte”
Existen dos tipos de ACV: el accidente cerebrovascular isquémico, el tipo más común y se produce cuando un coágulo de sangre obstruye los vasos sanguíneos que llevan sangre al cerebro. Y está el ACV hemorrágico, que sucede cuando una arteria del cerebro se abre o pierde sangre, provocando sangrado en el cerebro.
Este accidente adquiere notoriedad pública considerando los tristes sucesos que han vivido el cantante español Raphael y el animador chileno de televisión Roberto Nicolini. Según explican en la referida clínica, cada una hora en Chile fallece una persona por esta razón, alcanzando a casi 40 mil personas por año, de acuerdo con cifras oficiales.
EL TEMIBLE ACV
Se trata entonces de una emergencia médica y el tratamiento debe ser inmediato para reducir complicaciones. Allí juegan un rol fundamental la atención de equipos de especialistas y el apoyo de tecnologías avanzadas como la angiógrafía, que incorpora imágenes de alta calidad, aplicaciones avanzadas y fusión de imágenes en 3D, brindando así una mayor precisión en la realización de procedimientos menos invasivos y otorgando una mejor calidad y seguridad a los pacientes.
El doctor Gonzalo Covarrubias destaca que, gracias a este equipamiento se pueden tomar decisiones rápidas y efectivas en situaciones críticas, lo que facilita una recuperación evitando secuelas de gravedad.
Dicho especialista comentó un caso reciente donde se ejecutó una trombectomía mecánica, que gracias a esta tecnología fue posible realizar un procedimiento endovascular preciso y mínimamente invasivo, mediante el cual se restauró el flujo sanguíneo al cerebro del paciente. Además, se pudo detectar una anomalía cardíaca que pudo ser tratada en una segunda intervención en el mismo pabellón.
Es posible adelantarse a tomar medidas de protección médicas ante un ACV, si la persona presenta las siguientes señales en su cuerpo:
- Dificultad para hablar o comprender a otros.
- Caída de un brazo al elevarlos sobre la mesa.
- Parálisis facial o debilidad de cara, pierna o brazo.
- Visión borrosa o doble.
- Caída de un lado de la boca.
- Disminución del estado de alerta.
- Dolor de cabeza intenso.
- Pérdida de equilibrio.
- Dificultad para caminar.
Los factores que pueden aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular son los siguientes:
- Sobrepeso u obesidad.
- Beber en exceso.
- Inactividad física.
- Consumo de drogas.
- Hipertensión arterial.
- Colesterol alto.
- Fibrilación auricular.
- Apnea obstructiva del sueño.
- Defecto cardíaco.
- Tener más de 55 años.
- Insuficiencia cardíaca.
- Uso de hormonas.
- Antecedentes personales o familiares de accidente cerebrovascular.
- Antecedentes personales o familiares de ataque cardíaco.
- Antecedentes personales o familiares de accidentes isquémicos transitorios.