Como parte de las celebraciones públicas del aniversario 143 de la comuna de Nueva Imperial, se realizó un conversatorio y presentación literaria junto al hijo ilustre de la comuna, Humberto Lagos Schuffeneger, abogado y escritor.
Lo anterior se realizó en el Centro Cultural de Nueva Imperial en presencia de vecinos de Nueva Imperial y ilustres visitas de la vecina comuna de Carahue, como los integrantes del Taller literario “Gotitas de Lluvia”; José Chavarría presidente del Círculo de Escritores “Juvencio Valle” y sus integrantes.
La actividad contó además con la participación de la jefa del Departamento de Cultura, Ruth Guerra Pailacura (en representación del edil comunal Cesar Sepulveda) y los concejales Luis Beltrán y José Catril.
La correspondiente presentación estuvo a cargo de don Gustavo Soto Cid, director de la Biblioteca Pública Municipal Nro. 112 de Nueva Imperial, quien destacó al poeta e hijo ilustre de nuestra comuna, el que recientemente fue nominado al premio nacional de Literatura.
Humberto Lagos Schuffeneger, escritor y poeta, realizó un recorrido por sus últimas obras, en las que destaca “Te cuento… Relatos de Nueva Imperial”, publicado el año 2024 por Mago Editores; “Helmut Frenz, El Obispo Luterano, La Iglesia Evangélica Luterana en Chile y la Dictadura Militar”.
Sobre estas publicaciones, el autor comentó que son de gran importancia patrimonial, en el entendido que su investigación aborda, por ejemplo, el sacrificio del niño mapuche posterior al terremoto del año 1960, entregando antecedentes para comprender el hecho sociológico detrás de tal decisión.
PREDILECCION
Considerando su destacada trayectoria artística y literaria, desde la Municipalidad de Nueva Imperial se le hizo entrega de un galvano de reconocimiento. Sin embargo, un tema clave de este conversatorio, fue su desarrollo como escritor.
Desde niño Humberto Lagos Schuffeneger tuvo una predilección por la poesía, siendo en esta época, el episodio en que el premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda llega en tren a Nueva Imperial. Humberto, junto a otros infantes corrieron a saludar a “Don Pablo” (ya reconocido en aquel entonces) a quien le solicitaron le leyeran poemas que en la escuela eran parte de la enseñanza, además de otros consejos.
Humberto Lagos Schuffeneger, quién entonces ya se dedicaba a la producción literaria, le regala a “don Pablo” algunos de sus poemas.