En una ceremonia oficial realizada en sus oficinas ubicadas en calle Arturo Prat 969, Temuco, el Servicio de Salud Araucanía Sur (SSAS), recibió formalmente dos vehículos en calidad de depósito provisional.
La entrega de los vehículos fue autorizada por el Juzgado de Garantía de Temuco tras una solicitud del Ministerio Público y un informe favorable del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol del Ministerio del Interior (SENDA).
“Esto se da en el marco de la Ley 20.000, que permite que bienes incautados, ya sea por ser medios para la comisión de un delito, producto de un delito o adquiridos con ganancias del tráfico de drogas, sean reasignados a instituciones públicas con roles preventivos y de tratamiento”.
Así fue como el fiscal regional subrogante de La Araucanía, Alberto Chiffelle, explicó el contexto legal de la entrega, agregando: “Estos vehículos fueron incautados el año pasado a personas que transportaban más de 40 kilos de cannabis sativa, y por primera vez en la región se realiza una asignación de este tipo a una institución de salud”.
Por su parte, Vladimir Yáñez, director del Servicio de Salud Araucanía Sur, Méndez, dijo: “Primero, quiero agradecer profundamente el trabajo colaborativo particularmente con la Policía de Investigaciones y el Ministerio Público, que a través de su fiscal regional nos ha aportado dos vehículos que nos permitirán fortalecer nuestra capacidad operativa. Estos automóviles serán destinados a áreas clave como la atención de delitos de violencia sexual y el trabajo en la prevención y tratamiento de drogas”.
Según se informó en el SSAS, ésta entrega de vehículos marca un precedente, con respecto a bienes incautados que son asignados a instituciones de salud, enfocado en la coordinación entre el Ministerio Público, Policía De Investigaciones, Carabineros y el Servicio de Salud Araucanía Sur, la que abre la posibilidad gestionar otras futuras asignaciones de bienes en beneficio de la comunidad y la atención de poblaciones vulnerables.
Por Sergio Peña Herrera