A tempranas horas del sábado 3 las cocinerías de Chanleo habían quedado prácticamente vacías, lo que dejó ver a simple vista el éxito rotundo que tuvo el Festival del Digüeñe que se llevó a cabo en ese sector rural y que persigue mantener vivas las tradiciones del campo y, muy particularmente, de los habitantes de esta zona de la Cordillera de Nahuelbuta.
En su octava versión, este festival gozó de un radiante clima y de una gran asistencia de personas que acudieron desde distintas localidades para disfrutar de la gastronomía autóctona que incluyó como ya es costumbre, empanadas de digüeñe, estofados, cazuelas, anticuchos, tortas y mucho más.
Asimismo, los tradicionales juegos a caballo convocaron al público para ver de cerca el salto al ganzo, el barrilete y las frenadas. Mientras que los niños disfrutaron de otros juegos como la tiradura de cuerda, castillos inflables, trampolines, entre otros.
Diversas autoridades se dieron cita en la fiesta campestre, destacándose la participación del alcalde de Angol, Enrique Neira Neira quien resaltó la importancia de este tipo de festivales que mantienen intactas las costumbres del campo. En este sentido, el mandatario local destacó que “siempre vamos a estar dispuestos a apoyar este tipo de actividades que mantienen vivas nuestras tradiciones”.
El festival también contó con música en vivo. Las cuecas las abrieron Las Hermanitas Vergara y Don Este quienes pusieron a bailar a los presentes. Por su parte, la presidenta de la Asociación Festival del Digüeñe, Marcela Benavides agradeció la asistencia del público así como de las autoridades, al tiempo que se comprometió a seguir celebrando esta tradición contra viento y marea.