Una insólita historia se comenzó a escribir a las 6.60 de la madrugada del pasado 4 de diciembre en Angol, con la misteriosa desaparición de Jean Pierre Jiménez Olave, de 23 años de edad, trabajador de una frutícola de esa comuna.
El joven salió desde su vivienda en la villa Las Naciones, supuestamente rumbo a su trabajo, pero nunca regresó.
Por ello, la familia comenzó una desesperada campaña, intentando obtener datos que permitieran dar con el paradero de Jiménez, y muchos temieron que como jamás llegó a su puesto laboral, hubiese sufrido una tragedia.
Los peores temores de su familia se comenzaron a hacer realidad hace pocos días, luego de enterarse que en el sector Santa Rosa de Temuco había aparecido un joven de similares características, el que había sufrido una brutal golpiza y se mantenía al borde de la muerte.
La madre de Jean Pierre, Marlén Olave, relató que se trataba de su hijo, quien presentaba un pulmón y la tráquea perforada, por lo que permanecía internado en riesgo vital y pidió al Ministerio Público máxima diligencia en aclarar esta agresión y que se hallara a los culpables.
Los parientes de Jean Pierre comenzaron a viajar a diario al Hospital Regional para cuidarlo e hicieron angustiosos llamados a través de los medios de comunicación para intentar resolver la interrogante sobre cómo fue agredido y terminó tendido en una calle de Temuco, en tan mal estado.
INCREÍBLE APARICIÓN
Sin embargo, durante la madrugada de este viernes, el caso tuvo un inesperado vuelco, cuando el propio Jean Pierre regresa caminando a su hogar, sano y salvo.
Sus familiares, al verlo entrar como si nada y sin lesiones, quedaron conmocionados y no podían creer lo que estaban mirando, ya que la comunidad angolina se preparaba para realizar una rifa este 23 de diciembre para ir en ayuda de Jean Pierre y así solventar sus gastos de hospitalización en la capital regional.
Cuando le preguntaron qué pasó, respondió que estaba “cansado de todo”, así que optó por irse a mochilear a Chiloé, para desconectarse del mundo.
Solo en ese momento la familia cayó en cuenta que a quien habían estado visitando estos días y llorando por su grave estado, resultó ser alguien de similares características físicas y quien debido a este vuelco en el caso, ahora nuevamente no se sabe su identidad ni qué fue lo que le ocurrió.
Marlen Olave, madre de Jean Pierre, declaró que “creemos que por algo Dios nos puso este joven en el camino. Estuvimos una semana cuidándolo, comprándole sus cosas y preocupándonos de él. Mi hijo apareció y no era el que estaba en Temuco”, agregó que la familia se confundió porque el parecido físico entre ambos era total e incluso los dos mantenían lunares en el cuello.
Solamente el rostro no pudieron compararlo, pues el joven que permanece hospitalizado sufrió una golpiza tan grande que no es posible reconocerlo a causa de la amplia inflamación.
BAUTIZO
Olave narró que la angustia de ver a quien creían su hijo en riesgo vital fue tan grande y su temor a que falleciera fue tal, que la familia habló con un sacerdote para que concurriera hasta el Hospital Regional y lo bautizara, siempre en la creencia de que se trataba de Jean Pierre.
La mujer ahora clama para que alguien haga algo para identificar al muchacho que se encuentra grave en Temuco, ya que hasta el momento nadie más se ha acercado para ayudarlo ni preguntar sobre su estado de salud. “Nadie reclama a este joven (el de Temuco). Se quedaron con que era mi hijo y ahí quedó todo”, subrayó.
“Mi hijo nos dijo que tenía ganas de estar solo y nunca pensó que se iba a generar todo esto, que nunca fue su intención hacernos sufrir, sino que solo quería estar solo un tiempo”, manifestó, agregando que no hubo una pelea ni motivo alguno que lo llevara a abandonar el hogar e irse a recorrer Chiloé.