Escribe: Narcisa Lezano Barriga, poetisa.
Lo vengo comentando desde hace varios años que en su semana distrital los parlamentarios deberían informar cada tres meses a las bases sociales, como por ejemplo lo son las Juntas de Vecinos, qué leyes han ido creando y cuáles son las que favorecen o no a los vecinos de sus distritos.
Pero como se ha visto, a causa de la soberbia de varios de ellos, no les importa lo que les afecta a sus votantes después que pasan las elecciones, olvidándose que fueron elegidos para mejorar la calidad de vida de todos ellos. Por ende, el testimonio de la inoperancia de muchos parlamentarios y que por lo mismo sus altos costos los tendremos que pagar los chilenos, es la votación para instalar los llamados “medidores inteligentes”.
Tan inteligentes son los llamados parlamentarios que votaron dicha instalación, sus respectivos partidos y sus adherentes, que como lo he comentado antes, ahora se están lavando las manos igual que Pilatos; echándose la culpa unos a otros para así justificar el daño que cometieron, especialmente a los ciudadanos con menos recursos económicos, a quienes les va salir más caro pagar el medidor inteligente que las hacinadas viviendas sociales.
Por todo ello, fácil les resulta ser elegidos parlamentarios por las abruptas leyes creadas por ellos mismos para serlo, pues hay varios de ellos que no merecen estar cómodamente sentados en el Congreso y que por lo tanto, pecan de una tremenda ignorancia y de una dejadez absoluta porque ni siquiera se dan el tiempo para crear leyes que favorezcan una vida más digna para sus compatriotas. Los cuales, como igual lo he comentado antes que, una buena cantidad de ellos reciben una pensión solidaria que está años luz del sueldo que reciben los pocos eficientes parlamentarios.