Escribe: Patricio Ramírez, coordinador Observatorio Económico y Social Universidad de La Frontera.
La cartera de Hacienda anunció recientemente una propuesta de modificación al actual sistema de pagos en Chile. Se busca otorgar más competencia y transparencia al mercado de medios de pago, poniendo fin al monopolio de Transbank, y pasando de los actuales tres agentes, a un modelo de cuatro partes que está más acorde al nivel de países desarrollados.
¿Cómo funciona el mercado de medios de pago en Chile?; y ¿cuál es la propuesta? Las tres partes del sistema actual son: emisor (banco); adquiriente (empresa encargada de afiliar a los comercios a la red de pagos con tarjeta y hacer el procesamiento de dichos pagos, que es lo que hoya hace de forma casi exclusiva Transbank) ; y el Comercio. El banco cobra al comercio a través de Transbank una comisión por el total de la transacción (“merchant discount”). Transbank por su parte, cobra al banco una comisión fija por el servicio, que depende del volumen de transacciones realizadas; y también cobra al comercio una comisión según el rubro y volumen de ventas.
El problema es que desde hace casi 20 años, la única empresa que operaba en Chile en el rol de adquiriente era Transbank, es decir, no había otra alternativa para los bancos ni para el comercio; además Transbank es de propiedad de varios bancos, entre los de mayor propiedad están el banco Santander y el banco de Chile. La falta de competencia en este mercado, y la necesidad de abrirlo a otros actores ya había sido advertido y recomendado por el Tribunal de Defensa de La Libre Competencia (TDLC) al Ministerio de Hacienda en 2018. El TDLC también recomendó que las marcas de tarjetas (Visa; Mastercard, etc.) debían pagar una tarifa a los emisores (“tasa de intercambio”).
En esta línea, el banco Santander, el año pasado puso término al contrato que mantenía con Transbank (contrato de adquirencia) para gestionar sus tarjetas, abriendo el escenario al modelo de cuatro partes.
La propuesta de cuatro partes considera a: los adquirientes; los emisores (bancos); las marcas de tarjetas de débito y crédito (Visa, Mastercard, American Express, etc.); y el comercio. Es decir, incorpora a las marcas de tarjetas como nuevo actor, con lo cual el adquiriente pierde la capacidad que tenía de fijar los precios a emisores y al comercio. Uno de los nuevos actores que se ha sumado como adquiriente desde el año pasado es Multicaja.
La idea es que entren nuevos actores, para que los comerciantes tengan alternativas de escoger a la empresa adquiriente con la que deseen operar, lo que generaría más competencia. Si bien este nuevo modelo debería traer efectos positivos para el mercado de pagos, plantea algunos desafíos importantes que tienen que ver con una adecuada regulación de los actores y la correcta fijación de las tasas de intercambio y merchant discount.
En este último punto, Hacienda ha dicho inicialmente que no fijará las tasas de intercambio y que el propio mercado deberá ser el encargado de esta tarea, sin embargo, existen dudas en relación a la evolución de las tarifas, ya que deberán ser fijadas por las propias marcas de tarjetas de débito y crédito, lo cual no asegura per se que los precios bajen significativamente en comparación a lo que hoy día existen (al menos en el corto plazo), aunque dependerá del número de nuevos actores que decidan ingresar al mercado, la rivalidad que se genera, y de nuevas formas de pago que vayan surgiendo (pagos con celular por ejemplo).