Indignación transversal causaron en Angol las obras de tala de árboles y construcción de caminos para camiones que han afectado el histórico fuerte Cancura, ubicado en la cuesta del mismo nombre, junto a la ruta que une Angol con Collipulli.
Este fin de semana, paradójicamente cuando en Chile se celebraba el Día del Patrimonio Cultural, el comunicador angolino Carlos Henríquez, dio a conocer la denuncia efectuada por el representante del Comité Ambiental Local de Angol, Juan Hernández Arévalo, quien advirtió que una empresa cuyo nombre se desconoce, extrajo toda la cubierta vegetal del fuerte y taló los árboles, además de tapar con tierra los fosos, únicos vestigios que se mantenían del antiguo cuartel del Ejército que se emplazaba en ese lugar durante el siglo XIX.
Hernández explicó que en el fuerte “sobrevivían a duras penas las fosas que lo bordeaban, las que estaban protegidas por unos pocos eucaliptus que ayudaban a que no se erosionara más el suelo y los vestigios con las lluvias. Pero ahora vimos que no tan solo eliminaron toda cubierta vegetal del lugar, sino que también taparon parte importante de las fosas con tierra para pasar con camiones y máquinas sobre él”.
Este vecino de Angol agregó que “si recuerdan, hace algunos años se le cedió al municipio este espacio con fines histórico culturales”, por lo que calificó de penoso, que se haya intervenido un fuerte que posee un alto valor histórico para la región.
LÍNEA DEL MALLECO
Datos históricos dan cuenta que la fundación del fuerte Cancura se realizó un 28 de diciembre de 1867, sobre una altura que domina el río y campos vecinos, entre Chiguaihue y Angol, a 12 y 10 kilómetros equidistante de estos lugares.
El fuerte formaba parte de la denominada “Línea del Malleco”, que por aquellos años vino a reemplazar la frontera chilena con el territorio mapuche, que anteriormente representaba el río Biobío, siendo propuesta por el general de Ejército Cornelio Saavedra, con la finalidad de ocupar La Araucanía.
El cuartel midió 25 metros de largo por siete metros de ancho, todo rodeado de corredores de dos metros, con capacidad para una compañía de infantería y las piezas necesarias para oficiales, encerrado en un recinto rectangular de 70 metros por tres metros de sus lados, sus murallas son de postes labrados unidos por rejas de madera revocada, su techo tejado.
Estuvo circunvalado por una fosa de forma trapezoide de cinco metros de ancho por cuatro metros de profundidad y en algunos lugares del recinto se colocó sobre una plataforma circular un cañón giratorio de fierro de ánima lisa, calibre de veinticuatro.
Este lugar histórico ya había sufrido un daño parcial con las obras del camino actual que une Angol con Collipulli, ya que parte de los límites del fuerte (en su sector sur) fueron eliminados con la construcción de la ruta.
Este último episodio ha sido fuertemente repudiado por muchos vecinos de Angol, quienes especialmente a través de las redes sociales, han manifestado su enojo por los daños en el fuerte.
DENUNCIAS REITERADAS
Esta denuncia se suma a la efectuada por vecinos del sector del popular balneario de La Arcadia, donde dijeron que camiones que efectúan obras en el sector circularían por el lecho del río Malleco, arrasando con toda la vida que alberga el río en ese sector.
Hace pocos días también se denunció la intervención del río Picoiquén, con obras que no estarían autorizadas por el municipio.
Pese a la gravedad de todas las denuncias, no se ha informado sobre medidas concretas ante lo que dieron a conocer los vecinos en ambos ríos, y solamente respecto a la denuncia de camiones en el río Malleco, el municipio se limitó a anunciar que solicitaría un informe a la Dirección de Obras Hidráulicas.
Fotos: Juan Hernández.