Como “positiva”, evaluó el ministro de Agricultura, Antonio Walker, la temporada de incendios forestales que se extendió entre el 1 de julio de 2018 y el 30 de junio de 2019, considerando que se debió enfrentar un verano con características muy parecidas a las de 2017 con la tormenta de fuego.
Esta última temporada registró, finalmente, una superficie dañada de 79.407 hectáreas (55% menos que el promedio del último quinquenio), ajustándose así a lo pronosticado por el equipo técnico de Conaf de una afectación sobre las 70.000 hectáreas. Respecto al número de incendios forestales, éste alcanzó a los 7.184 siniestros (10% más que el promedio del último quinquenio).
Walker sostuvo que “estas cifras se enmarcan en una prolongada sequía que ya llega a una década, producto del cambio climático, como también en altas temperaturas, una gran cantidad de combustible fino seco acumulado y una conducta desaprensiva de las personas con el uso del fuego en zonas de vegetación y que debemos seguir trabajando intensamente en la prevención, nuestro principal objetivo en incendios, porque casi el 100% de estas emergencias tienen su origen en las personas”.
ARAUCANÍA
En tanto, sobre el balance en La Araucanía, el seremi de Agricultura, Ricardo Mege, junto con señalar que los equipos técnicos ya están trabajando para el presente año, dijo que “en la temporada anterior tuvimos 1.335 incendios, con aproximadamente 28 mil hectáreas afectadas, lo que corresponde a pastizales, árboles y bosques. La mala noticia fue que afectó a 48 casas y lo lamentable fue que tuvimos tres personas fallecidas, entre ellas el joven bombero. En cuanto a personal tuvimos 300 brigadistas, además de cinco aeronaves, entre aviones y helicópteros. También contamos con un 25% más de presupuesto para contener y combatir los siniestros que en la temporada anterior”.
A nivel nacional todos los recursos desplegados por Conaf y las empresas forestales (5.300 brigadistas, 46 aviones y 60 helicópteros), jamás antes registrados, tuvo su rédito.
Sobre este punto, el ministro de Agricultura, Antonio Walker, reveló que un estudio de Conaf estableció que analizados los 49 incendios forestales de magnitud de la temporada y realizando la respectiva proyección, se consiguió que el fuego no quemara 134.000 hectáreas, aproximadamente, y no afectara a 309 localidades rurales y a 8.000 casas y que no amenazara a 50.000 habitantes.
La autoridad de Gobierno agradeció, además, al personal de Conaf, Onemi, Corma, Bomberos, Fuerzas Armadas, Carabineros, PDI, Ministerio Público y “a todos los organismos con injerencia en incendios, porque quedó en evidencia que, teniendo una muy buena coordinación, tal como nos instruyó el Presidente Piñera, podemos lograr todos juntos muy buenos resultados en beneficio del país, de los habitantes de las zonas de interfaz urbano-forestal y de los pequeños y medianos propietarios”.
En lo ambiental, Walker afirmó que “con todas las medidas adoptadas esta temporada evitamos la emisión de gases de efecto invernadero equivalentes a 1 millón 400 mil toneladas de carbono, lo que es muy positivo, más aún cuando Chile ha asumido el compromiso de organizar la Cumbre de Cambio Climático COP25, el próximo mes de diciembre”.
En el balance, el secretario de Estado hizo mención igualmente a las lecciones aprendidas. “El aprendizaje más importante fue que la alianza público-privada y el trabajo conjunto entre las distintas instituciones involucradas es fundamental para prevenir y controlar los incendios forestales. Además, la estrategia de golpe único, aplicada en conjunto por conaf y las empresas forestales, evitó el avance del fuego, al concentrar rápidamente todos los recursos al inicio de un incendio para controlarlo. A ello hay que sumarle el programa del Botón Rojo que entrega información sobre los sectores sensibles a la ignición de fuego, a fin de anticiparnos. Además, la construcción de cortafuegos, que llegó a 3.020 kilómetros, fue otro factor importante, como también el trabajo de la Red de Prevención Comunitaria, a través del cual se ha capacitado a unos 9.500 vecinos”. Toda esta planificación oportuna significó que se logró evitar pérdidas directas (productos tangibles) e indirectas (biodiversidad, belleza escénica, servicios ecosistémicos, entre otras) por US$1.310 millones.
El ministro afirmó que los cuadros técnicos ya están trabajando en la preparación de la próxima temporada 2019-2020, que -por la falta de precipitaciones- se proyecta igual de complicada.
Agregó que los cuadros técnicos ya están trabajando en la preparación de la próxima temporada 2019-2020, que -por la falta de precipitaciones- se proyecta igual de complicada.
REFORESTACIÓN DE LAS ZONAS AFECTADAS
El ministro Walker también anunció que a mediados de julio se dará inicio al Programa de Recuperación Productiva y Ambiental, cuyo objetivo es implementar actividades de recuperación forestal en superficies afectadas por los incendios forestales a partir del 2017, entre las regiones de O’Higgins y Biobío, con énfasis en predios pertenecientes a pequeños y medianos propietarios y comunidades indígenas. El compromiso es reforestar 4.800 hectáreas anuales de bosques plantados y rehabilitar y recuperar el bosque nativo aledaño.
La próxima semana, el titular del agro comenzará una gira junto al sector privado -encabezado por Corma-, en las regiones de Maule y O´Higgins, para coordinar en terreno el trabajo que se realizará para ir en apoyo de los pequeños y medianos propietarios forestales afectados.