Una verdadera pesadilla vive Ricardo Vargas Mardones, de 54 años de edad, chofer de colectivos de Angol, quien fue sindicado a través de redes sociales como contagiado por Covid-19, siendo “funado” por estos mismos medios, donde se dieron a conocer públicamente todos sus datos personales, además de recibir amenazas, insultos e incluso daños a su vehículo de trabajo.
La situación se agravó esta semana, pues su nombre y fotografía fue distribuida entre una gran cantidad de angolinos, quienes evitaban subir a su colectivo, por temor a contagiarse de coronavirus.
“Es gravísima mi situación, porque esto me ha generado muchos problemas, me ha dañado psicológicamente y también en lo económico y familiar. Esto trajo mucha presión a mi vida. Imagínese levantarse y que nadie te quiera, donde todos te conocen”, relató el chofer.
El hombre se enteró de estas “funas” de boca del propietario del taxi colectivo que maneja, quien lo llamó para informarle que su nombre corría a través de redes sociales, donde se le sindicaba como foco de contagio del coronavirus.
“Yo soy un hombre cristiano, con valores, por lo que acudí de inmediato a efectuar todos los trámites de rigor, fui al Servicio de Urgencia, me sometí a exámenes, los que arrojaron resultados negativos, pero los problemas continuaron, seguí teniendo problemas con la gente que no quería subir a mi auto, pese a que es un vehículo año 2018”, agregó.
Vargas dijo que la situación superó todo limite en los últimos días, pues cuando salió a efectuar compras para su familia, fue insultado por personas que lo veían circular, lo que se repitió incluso en las afueras de su residencia, donde un vecino salió a increparlo duramente, acusándolo de poner en riesgo la salud de la comuna. “Me dijo: usted está infectado. Una vecina me tomó una foto y puso que yo estaba infectado, luego otro tipo le sacó una foto al colectivo y puso que tuvieran cuidado conmigo porque andaba contagiando. He sufrido un bombardeo a través de redes sociales y también lo sufre mi familia, la gente me apunta y me tratan como un leproso”, relató.
ORIGEN
El chofer dice que los insultos y amenazas han subido tanto de tono, que teme que alguien atente contra su integridad física o la de su familia, ya que junto a los insultos le han rayado el vehículo.
Respecto al origen de la acusación, dice creer que fue una persona conocida la que publicó inicialmente esta situación a través de redes sociales.
El mismo individuo, en un viaje a Nacimiento, habría dicho a un pastor evangélico que Vargas estaba contagiando personas a través de su trabajo como chofer, propagando el falso rumor entre la comunidad, hasta tornarlo incontrolable.
Añadió que tiene un familiar que efectivamente estuvo contagiado de Covid-19, pero que actualmente se encuentra de alta y cree que es posible que por ese hecho se le sindique equivocadamente como contagiado.
Ricardo Vargas subrayó que a su juicio, quien hace una acusación de este tipo, sin fundamentos, indudablemente debe tener algún tipo de alteración psicológica, “pues no solamente me dañó a mí, sino a toda mi familia que subsiste gracias a mi trabajo. Los choferes de colectivos vivimos con el dinero que ganamos en el día a día y si la gente no se sube a mi auto, me significa dejar de trabajar”.
“Nadie está libre de contagiarse, pero como sociedad no estamos actuando bien”, reflexiona, agregando que este tipo de acusaciones causan un enorme daño en las víctimas.
El chofer dijo que debe circular con un certificado médico para demostrar que no es portador del virus. “Cuando camino, no falta el que grita ¡cuidado, que este está contagiado! Sólo falta que me pongan un letrero y esto no puede ser”, puntualizó.
|
SOLICITUD DE ANTECEDENTES PERSONALES Trabajadores de medios de comunicación de Angol confirmaron que al igual que ha sucedido con otros medios de distintas comunas de La Araucanía, periódicamente se reciben consultas y solicitudes de que sean publicadas listas con datos personales de quienes están contagiados de Covid-19, requerimientos que obviamente, por razones éticas y legales, no son atendidos. La excusa que más se utiliza para este tipo de pedidos de identidades y direcciones, es que los enfermos sean identificados públicamente para que el resto de la población “se proteja”. |
Imágenes y entrevista gentileza de Carlos Henríquez Zúñiga.