Un nuevo hito se escribió este fin de semana en la historia de la Segunda Compañía de Bomberos de Temuco, luego que se invirtieran cerca de $17 millones, en su mayoría obtenidos gracias a la colaboración de la ciudadanía a través de la venta de tarjetas de bingos y rifas, para adquirir 61 casos de trabajo del tipo americano, marca MSA modelo 1044.
Héctor Basualto, director de esta unidad bomberil cuyo cuartel se ubica en calle Bulnes, a pasos del cerro Ñielol y que tiene como especialidad -junto al combate de incendios- el control de emergencias con sustancias peligrosas, explicó que era necesario aumentar los niveles de protección de los voluntarios y por ello se decidió efectuar esta inversión.
“Nos atrevimos porque este año, producto de la pandemia del covid-19, pudimos ahorrar en una serie de gastos que se deben efectuar durante un año normal, entre ellos porque no efectuamos la sesión solemne con motivo de la celebración de los 120 años de existencia de la Segunda Compañía y tampoco se realizó la tradicional cena de aniversario; a eso agregamos dineros reunidos a través del pago de nuestras cuotas sociales”, añadió.
Basualto destacó que el Cuerpo de Bomberos de Temuco aportó con dos millones de pesos para esta adquisición y también se obtuvieron fondos a través de la venta de los antiguos cascos que utilizaba la compañía, y otra gran parte se reunió gracias a la colaboración que efectúa la propia comunidad a través de la compra de números de rifas o bingos.
“Es necesario que la gente sepa que los bomberos cuidamos mucho nuestro dinero. Sabemos lo difícil que es para todos los voluntarios reunir recursos y cuando los tenemos, se invierten de la mejor manera posible. Hace muy pocos años adquirimos un carro en Estados Unidos, totalmente con fondos propios de la Segunda Compañía, sin proyectos de Gobierno, solamente con dineros reunidos a través de beneficios realizados por los propios segundinos y la importante colaboración económica de la comunidad”, subrayó.
Finalmente, el director manifestó que estos cascos deberán durar al menos entre 10 a 15 años.
EVOLUCIÓN
El capitán de la Segunda Compañía, Carlos Ramírez, recordó que inicialmente, cuando fue fundada en el año 1900 y hasta 1935, los voluntarios utilizaron un casco de tipo romano.
En 1935 se cambió por el modelo inglés, el que estuvo activo hasta 1949 y ese año se introdujo el casco tipo americano, que se caracteriza por poseer un ala ancha en la parte trasera, el que se mantuvo hasta el año 1996, cuando se adquirieron los entonces modernos “Phoenix 660” y luego se añadieron los marca Bullard que son similares.
En 2012 se comenzó a utilizar el modelo europeo F1 y que ahora dio paso a los nuevos equipos de tipo americano.
El oficial lamentó no poder realizar una entrega presencial junto a la tradicional celebración con la participación de autoridades, invitados especiales y la totalidad de los miembros de la Segunda Compañía, tal como se hace cuando se alcanza una meta relevante, lo que no fue posible producto de las restricciones sanitarias que deben ser observadas a causa de la pandemia, pero confirmó que estos nuevos cascos entraron en servicio desde este sábado 5 de diciembre y serán utilizados para enfrentar todas las emergencias a las que concurre el personal segundino.