Este miércoles 20 de enero de 2021, a partir de las 12 horas, se realizará vía streaming el lanzamiento de ”Vinos de la Araucanía”, un proyecto asociativo impulsado por las viñas Capitán Pastene, Aynco, Cavallieri, Kofkeche y Kütralkura, gracias al apoyo de Corfo y la colaboración de su agente operador Sofo y la entidad experta Catado’Or, a través del cual iniciaron la implementación de una serie de actividades tendientes a fortalecer su difusión y presencia comercial tanto a nivel nacional como internacional.
En la oportunidad, asistirá el director de Corfo, Patricio Esparza González, las empresas participantes y, como representante de ellas, Juan Pablo Lepin, quien expondrá, sobre los alcances de esta importante asociatividad entre viñas de La Araucanía.
Tras años difíciles para la vid, estos cinco emergentes viñadores, algunos de ellos descendientes de inmigrantes europeos llegados a asentarse en la zona austral a finales del siglo XIX, han recuperado las tradiciones ancestrales, incorporando toda la riqueza cultural y geográfica de la zona para elaborar vinos con sentido de origen, francos y de escala humana.
El proyecto “Vinos de la Araucanía” permitirá proyectarlos al mundo como un aporte fresco que enriquece la creciente diversidad de estilos y cepas cultivadas y vinificadas en el territorio chileno.
UNA HISTORIA DIFERENTE
La historia del vino en La Araucanía se inicia a finales del siglo XIX con la llegada de la inmigración europea, a diferencia de lo que ocurrió en el resto de Chile, donde la viticultura se remonta al siglo XVI y a la conquista española.
Familias inmigrantes de Francia, Suiza, Austria e Italia, principalmente, se instalaron en estas tierras de incalculable belleza, donde la presencia de los pueblos originarios marcaría su existencia en medio de un clima frío, húmedo e inhóspito para la vid. Sin embargo, trajeron consigo la cultura del vino y lo cultivaron con la pertenencia de una tradición que les era propia. Con el tiempo, las duras condiciones climáticas así como factores económicos fueron mermando este incipiente desarrollo. A pesar de ello, en las últimas tres décadas el viñedo renace, abriendo un camino lleno de luces para la producción vitivinícola del extremo sur de Chile.
Este resurgimiento se inicia el año 1995, cuando el agricultor Alberto Levy Widmer junto a su yerno, el enólogo Felipe de Solminihac, plantan Chardonnay en la zona de Traiguén. Una apuesta visionaria que dio origen a uno de los grandes vinos blancos de Chile y con ello incentivó la recuperación y creación de nuevos proyectos en la zona.
En 2018 se crea la Asociación de Viñateros de La Araucanía que agrupa a descendientes de los primeros inmigrantes, nuevos viñateros y familias mapuches que comienzan a recuperar, plantar y vinificar vinos con gran identidad territorial, dando vida a lo que hoy se vislumbra como un nuevo polo de desarrollo de la vid vinífera latinoamericana, con regiones emergentes como el Valle del Malleco –que desde 2002 es la Denominación de Origen más austral de Chile– y el Valle del Cautín.
A través, de Vinos de La Araucanía en 2020, inician una serie de actividades entre las que se encuentra la creación de la imagen de marca, relato y diseño de catálogos en tres idiomas, además un sitio web www.vinosdelaaraucania.cl y materiales gráficos de mercadeo. Dentro del plan se proyecto realizar actividades de promoción de exportación en mercados meta como EE.UU., Reino Unido y Panamá.
“Para nosotros ha sido muy importante la conformación de este proyecto asociativo ya que juntos hemos sido capaces de articular una serie de actividades que serán muy relevantes en nuestra estrategia de exportación”, asegura Juan Pablo Lepín, director del proyecto.