Hace poco más de un mes, trabajadores a cargo de las obras del agua potable rural (APR) de Pehuenco en Victoria, sufrieron un asalto armado, y el robo y quema de una camioneta. Ya habían sido víctimas en agosto de 2021 y febrero de este año de episodios similares.
Este viernes 2 de septiembre, nuevamente, en un cuarto evento, sus trabajadores fueron encañonados y la camioneta en que se movilizaban fue sustraída.
“La situación es insostenible”, explicó el gobernador de La Araucanía, Luciano Rivas, añadiendo que “mientras como Gobierno Regional buscamos llegar a los sectores rurales con algo tan de primera necesidad como el agua, nos encontramos con violentistas que no solamente atentan contra nosotros, ni contra la empresa a cargo, sino que atentan directamente contra los habitantes del sector, que han trabajado para que su comunidad, sus familias, mejoren su calidad de vida a través del agua potable rural”.
La autoridad regional hizo un llamado al gobierno central a extremar las medidas de seguridad para garantizar la viabilidad de este y otros proyectos de inversión que en la región sufren el riesgo de no poder concretarse. “Debido a estos atentados a la construcción del APR Pehuenco ha habido atrasos en la obra, lo que muchas veces se traduce en mayores costos y hoy mismo el riesgo de paralización y abandono de contrato de la empresa adjudicada. Y lo más importante, significa un riesgo para sus trabajadores, que se ven enfrentados en el día a día al temor de ser asaltados”, expresó.
Fue a eso de las 16:30 horas del viernes 2 de septiembre, que personal de la empresa contratista se encontraba trabajando en la Ruta 733, Faja Los Placeres, en la comuna mallequina de Victoria, lugar donde dos camionetas Chervrolet Dmax se detuvieron, momento en que se bajaron dos encapuchados de cada uno de los vehículos, quienes con armas amenazaron a los trabajadores. Afortunadamente, los trabajadores afectados no sufrieron lesiones físicas.
El APR Pehuenco, que hoy superan un 90% de avance en su construcción, una vez concluidas las obras beneficiaría a 1.200 habitantes de ese sector rural, esto es, alrededor de 300 familias. El monto asignado para su construcción por parte del Gobierno Regional de La Araucanía, supera los $1.840 millones.
Producto de los reiterados ataques la empresa paralizó la construcción. La autoridad se encuentra actualmente buscando mecanismos de solución para continuar las obras.
“Como Gobierno Regional desarrollamos una gran cantidad de proyectos de Agua Potable Rural en las 32 comunas de La Araucanía, con el objetivo de disminuir la brecha de desigualdad que vemos que existe entre el campo y la ciudad. Situaciones como esta, en la región más pobre de Chile, no hacen sino profundizar la vulnerabilidad en que viven los habitantes de muchos sectores del territorio. Tenemos que corregir, más temprano que tarde, este flagelo que tanto daña a nuestra gente”, concluyó Rivas.