Se espera que la inversión en el rubro de TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) en Chile aumente en 2022, a pesar de los desafíos económicos, ya que las empresas adoptan servicios digitales para mantenerse competitivas
Lo anterior, de acuerdo con estimaciones desarrolladas por la consultora de inteligencia de mercado IDC. Específicamente se espera que la inversión en TIC en Chile crezca un 1,9% en 2022 en términos de dólares constantes, una caída importante desde el crecimiento del 23,2% visto en 2021 a medida que el crecimiento económico se desacelera. Pero mientras el gasto de los consumidores en dispositivos se ha ralentizado, los sectores público y privado siguen invirtiendo en computadores, en la migración a la nube, en el software como servicio y en los servicios de TIC para mejorar las experiencias de los clientes.
Por ello, se espera que la inversión crezca un 3,5% en dólares constantes para 2023. Natalia Vega, directora general de IDC Chile & Perú, comentó en éste sentido: “El nivel de inversión de una u otra depende de la madurez de la empresa/institución, del sector de la economía, los cambios que están enfrentando en su propio ecosistema, entre otros aspectos. Cada una de estas razones responde a la búsqueda de eficiencia, a la optimización, a la mejora de la experiencia con los clientes, al desarrollo de las capacidades internas de los equipos de trabajo y a la necesidad de ser ágil ante los cambios que son constantes”.
En IDC estiman además que, luego de un año récord en ventas de smartphones, notebooks y tabletas en 2021, la demanda de dispositivos de consumo en 2022 ha disminuido, ya que la gente está posponiendo la renovación de la tecnología dada la alta inflación, las fluctuaciones monetarias y la incertidumbre económica.
Se espera que las ventas de notebooks, tabletas y teléfonos inteligentes experimenten un descenso del 53%, 58% y 13,8% respectivamente en 2022. Los consumidores también están prefiriendo dispositivos de gama alta con procesadores más potentes para hacer frente a las exigencias del trabajo remoto e híbrido, mientras que los smartphones 5G se están convirtiendo en una prioridad para los minoristas.
«Las empresas están invirtiendo en notebooks más potentes para apoyar a los trabajadores remotos. También están bajo presión para recortar costos y automatizar procesos, mientras que al mismo tiempo invierten en tecnología que mejorará las experiencias de los clientes. Estamos viendo una mayor madurez en diferentes sectores de la economía en cuanto a cómo perciben y adoptan los dispositivos y muchos están considerando ahora el DaaS como una opción», explicó Mariangella Castagnino, analista de Consumo de IDC Chile.
Para el año 2023, en IDC esperan que las ventas de notebooks y tabletas se recuperen hasta los niveles de 2019, ayudadas en parte por la estabilización de la logística de la cadena de suministro, mientras que las ventas de smartphones bajarán en un 1,4% comparado con el año 2022. Sin embargo, la demanda de dispositivos de los segmentos corporativo y gubernamental parece más prometedora para 2023, ya que las empresas apoyan el trabajo remoto o híbrido y existe un pipeline de negocios que se reiniciará.
Para reducir los gastos en la renovación de dispositivos, muchas empresas están optando por el modelo Device-as-a-Service (DaaS), en el que el hardware, el software y la gestión de los dispositivos se subcontratan a un proveedor externo.
SERVICIOS
La migración de TI a los servicios en la nube se ha acelerado en los últimos años dados los beneficios que ofrece en cuanto a escalabilidad, flexibilidad y control del gasto con modelos de negocio como el software como servicio (SaaS) y la plataforma como servicio (PaaS). Se espera que el mercado chileno en general, incluyendo el software on-premises así como SaaS y PaaS, vea una tasa de crecimiento anual (CAGR) del 9,6% entre 2020 y 2023, alcanzando un valor total de 1.370 millones de dólares el próximo año.
En opinión de Pilar Cornejo, analista senior de Soluciones Empresariales de IDC Chile: «Los consumidores esperan cada vez más una experiencia multidimensional, donde el mundo digital y el físico se fusionan». Y es que los segmentos que lideran la demanda de software son: la distribución y los servicios (31%) y los servicios financieros (23%), mientras que las industrias manufactureras y de recursos naturales (19%) están adoptando servicios de computación de borde para actuar en tiempo real sobre los datos recogidos de los dispositivos del internet de las cosas (IoT).
Los servicios de TIC también están experimentando un crecimiento significativo a medida que las empresas modernizan la infraestructura digital y migran a la nube. IDC prevé que los servicios de TI en Chile alcanzarán un valor de 1.753 millones de dólares en 2022 y crecerán en 2023 un 5,7%.
Los servicios de TIC para el sector financiero están liderando el mercado, dado el dinamismo de las Fintech y la Banca Abierta, seguidos por el comercio electrónico y los recursos naturales como las empresas mineras.
Otra gran área de crecimiento prevista para 2023 es la modernización de las aplicaciones. De acuerdo con IDC, el 54% de las aplicaciones utilizadas por las organizaciones chilenas son heredadas y están frenando a las organizaciones en su camino hacia la transformación digital. El mantenimiento de los antiguos sistemas heredados consume tiempo y dinero, ya que no son compatibles con las nuevas tecnologías y muchas veces no reciben ni soporte ni actualizaciones de seguridad.
“Una estrategia de modernización de aplicaciones es un vehículo clave para que las empresas del futuro estén más conectadas digitalmente, sean más ágiles y resistentes -destacó José Ignacio Díaz, analista senior de Enterprise y Telecomunicaciones de IDC Chile, agregando- “Al fin y al cabo, a pesar de los retos económicos locales y globales, las empresas deben seguir invirtiendo en múltiples áreas de la tecnología para ser más robustas desde el punto de vista digital, para trabajar mejor y más eficientemente y para seguir innovando, porque el nivel de competencia así lo exige”.