Escribe: Eduardo Quinteros, director de Asuntos Estudiantiles Santo Tomás Temuco.
La antigua “tradición universitaria” de recibir a los estudiantes novatos está quedando cada día más obsoleta, sin embargo, nuevos formatos de recibimiento toman fuerza, sobre todo en lo ligado al ámbito de lo cultural y de la responsabilidad social.
Llegó marzo, sinónimo para muchos del fin a sus vacaciones y reinsertarse al aula, volver a clases y retomar las funciones casi rutinarias del día a día, esta vez en la educación superior. Las tradicionales alternativas de “mechoneo” aún son una realidad: el pintado, el rasurado, el corte de calcetín… siendo así como los pares de cursos superiores los reciben en su camino hacia la vida estudiantil.
Sin embargo, este mismo término “mechoneo” hoy es utilizado para quienes en las condiciones de estudiante novato se integran a su casa de estudios en un contexto muy distinto al antes mencionado, y por qué no decirlo, mucho más relevante e importante en la formación de nuestros jóvenes.
Me refiero a la bienvenida que en Santo Tomás denominamos “mechoneo solidario”, actividad que se está tomando las casas de estudios en general, incorporando al contexto país a nuestros estudiantes desde el minuto 1, enseñando valores y, en nuestro caso, transmitiendo el Sello que nos caracteriza, creando así agentes de cambio preocupados de su entorno y de la comunidad a la cual pertenecen.
Poder entregarles herramientas desde el inicio de su vida estudiantil en educación superior, en relación al rol social y a las responsabilidad que como ciudadano no pueden ser vistas desde lo ajeno, es quizá uno de los principales aportes para formar a futuros profesionales, orientados a ser agentes de cambio real y concreto para Chile, y es a través de esta formación que se nutre además el perfil de quienes egresan de nuestras casas de estudios.
En la actualidad, no todas las instituciones de educación superior llevan a cabo esta actividad, sin embargo una muestra positiva y que fortalece este programa, es que cada día son más los estudiantes que lo exigen, como en nuestro caso en particular, siendo hoy una actividad estandarizada y transversal en nuestras 23 sedes de Santo Tomás a lo largo del país.
A través de esta actividad-herramienta de formación, entregamos interés en aportar a la sociedad desde la cuna académica, despertamos la inquietud social, damos vida a un nuevo integrante de la Sociedad Civil, como jóvenes creadores de un verdadero cambio, de un aporte real a la comunidad y a la sociedad en general, desde sus ideas y actos llevados a la acción.
A través de iniciativas como esta se proyecta la formación de un profesional que no sólo cumplirá a diario con sus labores por su propio bienestar, sino que además compartirá su experiencia, buscará contagiar a sus pares con ella, con lo que ya vivió, mostrando así a la sociedad, que independiente de la plataforma, sector o institución en la que se encuentre, siempre se puede generar una acción para realizar un aporte a la comunidad y en términos concretos a nuestra sociedad en general.
Potenciemos estas iniciativas, generemos los espacios adecuados, impregnemos un sello formativo y así sigamos entregando a Chile agentes de cambio para el cambio, con valores e intereses que se puedan seguir aportando a una mejor sociedad, a un mejor país.