La Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha anunciado que se encuentra en su fase final la construcción del puente Pellahuen, ubicado en el camino Pellahuen-Huamaqui, en Lumaco. Esta conexión vial que une las provincias de Malleco y Cautín ha sido objeto de una inversión de $2.697 millones.
Según informó el Seremi de Obras Públicas, Patricio Poza Barrera, las obras se encuentran en sus etapas finales, con algunos detalles pendientes en los accesos al puente antes de que se den por concluidas las labores.
El nuevo puente, con una longitud de 50 metros, tiene como objetivo mejorar la conectividad y la seguridad para un importante número de residentes en la zona. Previamente, este puente enfrentaba problemas de socavación que limitaban su capacidad de carga, por lo que se emprendió un proyecto integral para reforzar su estructura, incluyendo los estribos y la cepa central. Este esfuerzo no solo aumentará la seguridad de los usuarios sino que también beneficiará a quienes viven en la cordillera de Nahuelbuta.
El seremi de Obras Públicas, Patricio Poza, expresó su satisfacción con el progreso de estas obras, destacando que “esto permitirá a los habitantes de diversas comunidades contar con una infraestructura vial mejorada que garantizará un tránsito más seguro y facilitará la comercialización de sus productos”.
Poza subrayó además el compromiso del Ministerio de Obras Públicas en abordar los desafíos de conectividad vial en la Provincia de Malleco y enfatizó que el puente Pellahuen es un ejemplo del trabajo conjunto con la comunidad, incluyendo a las organizaciones territoriales y a las autoridades ancestrales de la zona.
La inversión total en las obras de reparación asciende a $2.697 millones, financiados con recursos sectoriales de la Dirección de Vialidad. Se espera que la entrega oficial de las obras tenga lugar durante la próxima primavera.
El puente Pellahuen está construido con hormigón armado y vigas metálicas doble T, cuenta con una calzada de cuatro metros de ancho y dos pasillos laterales de 0.6 metros de ancho, delimitados por barreras en sus extremos. La nueva superestructura tiene un tablero de 5.50 metros de ancho, que aloja una calzada de cuatro metros de ancho, mejorando significativamente la capacidad de paso y seguridad de esta vital conexión vial.